A vueltas con la televisión
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En nuestro anterior comentario hacíamos alusión a la intención de los toreros denominados del grupo G10 de contratar por separado los derechos de imagen a través de la compañía All Sport Media. La decisión dejó descolocados a los empresarios y a los propios apoderados de los toreros al ver reducida su capacidad de maniobra para la contratación de sus poderdantes ya que la parte de los emolumentos correspondiente a los derechos de imagen correspondía negociarlos en exclusiva a ASM. Así las cosas, los empresarios esperaban impacientes la reunión con los directivos de la empresa de imagen para saber qué es lo que querían los toreros-más dinero, se entiende- y dejaban de lado a la parte-en estos momentos-más importante, que es la televisión, en este caso Canal + que es la que paga. La primera feria afectada ha sido la de fallas de Valencia, dándose el caso de que el empresario Simón Casas, después de haber llegado a acuerdos con los toreros, en cuanto a emolumentos, fechas, ganaderías y compañeros de cartel, no podía cerrar la contratación por no saber el montante económico de los derechos de imagen de cada matador. El caso más claro es precisamente el del propio Simón Casas, además de empresario de Valencia, apoderado del diestro Daniel Luque, uno de los del G10 y que no pudo llevar a buen fin la contratación de su torero porque ni él mismo sabía lo que quería el matador. Por otra parte, el empresario de Valencia tiene en contrato con la Diputación que la feria de fallas se ha de televisar por lo que forzosamente tendría que llegar a un acuerdo con los toreros o los toreros con el empresario, y todos ellos con la TV. Si los del G10 se suben a la parra, que parece ser es así, la empresa tendrá que prescindir de ellos y dar la feria con los que no son del G10 y se acomoden a lo ofrecido por Canal+. Esta cadena, que tiene las cosas muy claras y los números más claros aún, ya le ha dicho al Sr. empresario que no se vuelva loco con el tema, que el dinero que hay es el que hay y que si los interesados no lo aceptan , gustosamente rompería el contrato que mantiene para televisar la feria. O sea, que en el momento presente, las posibilidades son tres: o se da la feria sin televisión con los del G10, o se da la feria con televisión sin los del G10, o estos últimos aceptan las cifras ofrecidas por Canal+ que son las que se han venido manejando hasta ahora y se repartían entre profesionales, empresarios y ganaderos. Ahora ya solo falta que estos últimos exijan también sus derechos de imagen y no nos pongamos de acuerdo quién es más guapo si un miura o un nuñezdelcuvillo, por ejemplo, y aquél quiera cobrar más que este, o al revés. Esperpéntico y de risa si no es porque está en juego el futuro de la fiesta en un momento tan delicado que esta historia sería darla la puntilla definitiva. Si la cosa funciona como está,¿ para qué moverla?. Ah, otra posibilidad se nos escapaba: si los toreros ,con los derechos de imagen lo que pretenden es promocionar la fiesta a través de los medios audiovisuales, podrían efectivamente cobrar más por se televisados a cambio de reducir en la misma cantidad sus honorarios con la empresas. Así, un acuerdo entre empresa y TV podría producirse rápidamente y todos tan contentos... O las tres partes implicadas, toreros, empresarios y TV se ponen de acuerdo- ojo, no nos olvidemos de los ganaderos que también participan del reparto- o esto se acaba de forma irreversible. Que mediten quién o quiénes son los que más van a perder.
Publicado el 18 de enero de 2012 a las 10:00.