El G7 y el G10
El G7 está en guerra con el G10 o dicho con más exactitud es el G10 el que está en guerra con el G7. Como habrán adivinado, puesto que el tema está ahora el candelero, el G7 es el grupo de alcaldes de las más importantes ciudades taurinas de Francia, a saber, Nimes, Arles, Bèziers, Bayonne, Mont de Marsan, Dax y Vic-Fezensac. Son las plazas a las que todas las figuras españolas quieren acudir para hacer en Francia las Américas que ya no pueden hacer en América. Conviene recordar que en estas siete ciudades son los ayuntamientos los que auto gestionan las ferias taurinas a través de gerentes encargados de confeccionarlas. Francia es un país que paga muy bien a toreros y ganaderos y es por ello por lo que todos quieren hacer su temporada francesa. Claro está, hay que decir también que en Francia las localidades tienen precios altos sobretodo para los bolsillos españoles. Sucede que en todos los sitios cuecen habas y la crisis ha llegado también al país vecino. El número de espectadores pese a continuar siendo elevado, se ha visto reducido en las dos últimas temporadas y en consecuencia, quieren rebajar los honorarios de las figuras en un 20%. Paralelamente y conscientes de que las NO figuras pechan con el ganado más duro y sus emolumentos son menores esos mismos alcaldes quieren aumentar los salarios de estos en un 20%. O sea, 20% menos para las figuras y 20% más para los modestos. Los del G10, o sea , los Paquirri, Cayetano, Perera, El Cid, Luque, Juli, Manzanares( presidente),Fandi, Talavante... en fin, los de arriba del escalafón excepto José Tomás y Castella que van a su bola y por separado, no aceptan la propuesta de reducción pese a ser legal en opinión del propio abogado experto en asuntos taurinos Joaquín Moeckle; hay un convenio en el que se aseguran unos mínimos y a partir de ahí la contratación de cada torero es un acuerdo entre las partes respetando esos mínimos. Sin entrar en las excelencias artísticas de cada uno lo que sí es cierto es que no todos los toreros tienen el mismo tirón en taquilla y aquí es donde viene el cambio de mentalidad a la hora de la contratación. Los honorarios de los toreros deben de estar en función de su rendimiento en taquilla y no en función del rendimiento artístico : "sí, usted es muy bueno pero no me llena ni media plaza", entonces, por muy Morante o Ponce o Juli que seas tendrás que rebajar tu minuta, lo cual va también a favor de la supervivencia de la fiesta pues lo que no se puede hacer es asfixiar a los empresarios. Se acabaría así con la prepotencia de algún apoderado que cree llevar en su equipo poco menos que a Belmonte o a Cúchares .Y viceversa, valorar positivamente a los que, sin entrar tampoco en sus exquisiteces técnicas, salvan económicamente muchas ferias, casos de El Cordobés, Fandi...y no muchos más. A mí personalmente, me hubiera gustado más que ese grupo, o sea , el G 10, se hubiera unido también y hubiera salido a la calle a recoger firmas para la ILP a favor de la fiesta, o lo que es lo mismo a favor de ellos mismos. Personalmente estoy de acuerdo con la iniciativa francesa; a nadie le gusta que le toquen el bolsillo, pero en este caso es cuestión de futuro.
Publicado el 9 de noviembre de 2011 a las 09:15.