Con Valdemorillo arranca la temporada taurina en España
Plaza de toros de Pozuelo de Alarcón·Pérez Pradera
El próximo día 5 de febrero, con una novillada, da comienzo oficialmente la temporada taurina 2009 en España y se prolongará hasta pasado San Lucas en Jaén allá por el mes de octubre. En plena temporada americana, con las importantes ferias colombianas de Cali y Manizales ya vencidas, comienzan Venezuela, Méjico y las últimas colombianas de Medellín y Bogotá. Todas ellas ferias importantes con la participación de las principales figuras españolas como base, José Tomás incluido. Así, pues, vienen todos bien rodados para comenzar temporada en nuestro país, algunos incluso "atorados" por cuanto no han descansado al empalmar el final de la temporada española con la americana, casos de Sebastián Castella y Luis Bolívar ( a este ultimo le dedicaremos una atención especial en próximos artículos por cuanto estamos ante una figura del toreo).
¿Qué nos deparará la temporada que comienza? De momento las cosas no pintan bien; la delicada situación de crisis o desaceleración -llámenlo como quieran- que está atravesando el país se refleja también en el mundo del toro como no podía ser de otra forma. Durante los tres últimos años se ha venido reduciendo el número de festejos celebrados en España (ver artículo "Panorama actual de la fiesta de los toros" en este mismo blog) y se prevé esta tendencia bajista para la temporada. Si la Administración no lo remedia la cuesta abajo iniciada tiene visos de continuar pero más pronunciada. Los altos cánones fijados por los ayuntamientos o comunidades autónomas para la explotación de las plazas y las nulas ayudas en forma de subvenciones como ocurre en otros espectáculos (léase teatro, por ejemplo), hacen que el interés de los empresarios por concursar sea mínimo. El empresario de Barcelona, Antonio Matilla, ya lo ha adelantado diciendo que el silencio de la Administración ante la situación planteada hace que el número de festejos para este año en Barcelona se reduzca, cuando parecía que había comenzado a remontar. El problema de la reducción de festejos se agudiza en aquellas plazas en las que no sea posible hacerlo por estar en vigor las condiciones en que fueron adjudicadas mediante el oportuno pliego, aunque no sea descartable la opción de revisarlos ,ya que la situación actual ha variado considerablemente con respecto a la época en que fueron redactados y aprobados. El mínimo interés empresarial por hacerse con la explotación de las plazas de toros, lo demuestra el hecho de que únicamente dos empresarios acudieron a la licitación por Zaragoza, otros dos a la de Burgos y ninguno -el concurso ha quedado desierto- a la de Calatayud. Importantes empresarios como Martínez Uranga o Simón Casas son claros al pronunciarse sobre este hecho diciendo que sin perspectivas de conseguir beneficios es imposible presentarse. Esperemos acontecimientos, pero vayamos pensando que la fiesta de los toros en el momento actual no puede autogestionarse y que si queremos su continuidad las Administraciones deben de mojarse e intervenir en algo que es tan nuestro y que queremos que lo siga siendo.
Publicado el 14 de enero de 2009 a las 23:00.