Fundas, ¿manipulación o protección?
Nadie, ni los propios ganaderos se ponen de acuerdo en cuanto al uso de las fundas en las astas de los toros de lidia. Se atribuye a un mayoral de D. Ricardo Gallardo -Fuente Ymbro- el invento allá por el año 2000, si bien parece ser hay datos anteriores a esa fecha en los que ya se hacía referencia a la colocación de fundas vitrificadas para protección de los pitones. Titulamos el artículo con la pregunta ¿manipulación o protección? porque realmente no sabemos la respuesta exacta. Es manipulación en cuanto se hace con las manos -ojo, no decimos con" proceder deshonesto", lo cual sí sería delito- y es protección por cuanto las fundas tienen la misión de proteger los pitones del astillado como primer paso hacia el escobillado y despitorrado, que se suele producir en los toros al frotar los pitones contra el suelo pedregoso o los árboles y que haría al animal no apto para la lidia con el perjuicio económico que esto causaría al ganadero. Las fundas no evitan los consecuencias más o menos graves de las peleas entre los animales, pero sí protegen, como decimos, del escobillado. Ahora bien, reconocido esto, ¿sufre el toro alguna merma en cuanto a sus características de bravura, acometividad, pérdida del sentido de la distancia de alcance de su objetivo, consistencia o dureza en los pitones...?
El hecho de inmovilizar al toro en el mueco o cajón de curas debe de resultar estresante para el animal y aquí, según algunos, sí pueden producirse efectos sicológicos que alteren su comportamiento; no olvidemos que el toro tiene una gran memoria y el hecho de sentirse "vencido" en una ocasión, puede tener influencia en sus reacciones. Ciertos comportamientos extraños del toro en el ruedo ¿no podrían deberse a esto?
En cuanto a que puedan perder el sentido de la distancia, los ganaderos no creen que tengan las fundas ninguna influencia pues suelen ser retiradas dos semanas antes del embarque, tiempo suficiente para que el toro se adapte a la nueva situación; claro es que en esas dos semanas también pueden dañarse los pitones y entonces estaríamos como al principio.
Otro "problema" que se evita, es el criar toros astigordos ("con las fundas, no desarrollan los toros de forma natural"); los ganaderos prueban a cambiar el sistema de alimentación de los animales, "alimentarlos de una forma más artificial, y los toros pueden tener más peso, más tamaño" -según Victorino Martín- sin engordar los pitones; sin embargo las fundas lo que pueden producir es un debilitamiento del cuerno (un pitón sano es capaz de atravesar las tablas de madera de un burladero y sin embargo hoy, muchos pitones se rompen con un simple derrote o con topar con el peto del caballo)al producirse un abrasamiento de la cutícula externa, dificultando además en los laboratorios, el análisis de las astas en busca de otro tipo de manipulación, en este caso fraudulenta.
Vemos, pues, que esta "manipulación", que pretende resolver un problema -en opinión de los que están a favor- puede producir efectos no deseados- en opinión de los que están en contra- por lo que nunca nos pondremos de acuerdo en la bondad o perversidad del sistema. En opinión de José Manuel Arroyo "Joselito", el 90% de los ganaderos que no utilizan las fundas, sacan punta a los toros en el mueco.
Mientras tanto, ¿existe una legislación clara que permita o prohíba las fundas? No nos consta y es lo primero que deberíamos pedir al legislador en materia taurina. Ni aprobar por capricho, ni prohibir sin fundamento. Una ley en la que se razone el porqué si o no al asunto. Y a cumplirla.
Publicado el 26 de enero de 2010 a las 19:00.