En todos nuestros proyectos, resultan de gran ayuda los amigos que vamos haciendo en los lugares en donde se desarrollan las actividades con los niños. En ese sentido, en Ecuador hemos tenido la gran fortuna de entablar amistad con distintas personas que, desde el primer momento, se han interesado por nuestro trabajo, y nos han ayudado con una generosidad, entrega y entusiasmo, fuera de lo común.
Dolores, Carlos, Fernando, Handel, Lizi y Rolando, se implicaron decididamente en nuestro primer proyecto en Ecuador, el que llevamos a cabo en 2007, asumiéndolo como suyo, y poniendo tanto empeño en que todo saliera bien, como cualquiera de nosotros, con la diferencia y que ellos, al ser de aquí, podían gestionar y solucionar problemas que nosotros no hubiéramos sido capaces de resolver. Por otro lado, como todos ellos tienen vinculación estrecha con el mundo del arte y la cultura, sus aportaciones resultaron especialmente enriquecedoras.
En Cuenca, además de la ayuda de las Hermanas Mercenarias, en cuyo convento de Sinincay nos alojamos y trabajamos, tenemos el apoyo incondicional de nuestros amigos Ricardo y Diana.
Publicado el 10 de julio de 2009 a las 10:15.