Khushi y Ravina
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Khushi y Ravina son dos hermanas de tres y cinco años de edad respectivamente, aunque sobre esto no hay certeza, porque no existe ningún documento que refleje su fecha de nacimiento. Tuvo que ser un médico quien estimara una edad aproximada para cada una de las niñas, porque Khushi y Ravina fueron abandonadas en la estación de tren de Nadiad, sin ninguna referencia de su origen. Las estaciones de ferrocarril, muy concurridas siempre en India, son lugares predilectos para abandonar menores, porque el adulto puede pasar desapercibido, y allí el menor será pronto descubierto, alguien llamará a la policía, y se iniciará el trámite que finalmente le conducirá a un orfanato.
Khushi y Ravina fueron llevadas a Matruchhaya por la policía el pasado mes de enero, de modo que todavía no llevan ni un año en el orfanato, aunque nadie lo diría, por el modo en que se relacionan con todos sus habitantes. Se las ve plenamente integradas, y se muestran muy alegres y participativas. Yo diría que son dos niñas felices. No se sabe nada de sus padres, ni de ningún otro familiar o pariente; tampoco ellas han hecho el más mínimo comentario sobre su vida anterior, únicamente han aportado su nombre. Las monjas me dicen que la memoria de los niños es especialmente selectiva, y tienen una formidable facilidad para olvidar todo lo que les ha hecho sufrir, o les ha generado infelicidad; por eso, comprendiendo que probablemente no desean recordar, en Matruchhaya nadie les pregunta por su pasado.
A principios de este curso, que comenzó en el mes de marzo, las dos hermanas fueron escolarizadas en el Sant Mary's School, el colegio al que van la mayoría de las niñas de Matruchhaya. Khushi está en primero de Jardín de Infancia, y Ravina en primero de Primaria. Todos se sorprendieron en Matruchhaya cuando llegaron las primeras calificaciones de la escuela. En India es habitual evaluar con notas numéricas, en forma de tantos por ciento, hasta a los más pequeños. Khushi había obtenido un 85%, y Ravina un 95%, una notas altísimas, que indican que ambas son niñas muy inteligentes, y que hacen todavía más misterioso su pasado, porque esas calificaciones pueden ser señal de que en su entorno familiar recibieron algún tipo de estímulo educativo, lo que no concuerda con su abandono posterior, y con su deseo de no rememorar nada del pasado.
Ravina y Khushi ya han sido asignadas a una familia española que estaba a la espera de poder adoptar en Matruchhaya, y ya se han iniciado todos los trámites legales; de modo que, probablemente, dentro de unos meses, ambas estén viviendo en España con su nueva familia. Por supuesto, las dos han sido consultadas al respecto, y ambas aceptan ilusionadas este nuevo cambio en sus vidas.
Publicado el 22 de octubre de 2009 a las 09:45.