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Entre los banqueros y los futbolistas galácticos hay similitudes y diferencias. La principal está en los sueldos de escándalo que cobran ambos. Gracias al fútbol nos hemos acostumbrado a acuñar el millón de euros como unidad monetaria. Se pagan cifras astronómicas a jugadores a cambio de que traigan la gloria a su equipo, aunque aún está por ver en muchos casos su rentabilidad. Pero la afición es la afición y lo perdona todo. También en banca hemos descubierto que hay galácticos. Rodrigo Rato, José Luis Olivas y Francisco Verdú, los tres primeros ejecutivos de Bankia, la entidad fruto de la fusión de Cajamadrid, Bancaja y otras 5 cajas de ahorro, van a percibir una remuneración anual total de 10,15 millones de euros. En conjunto, los 32 principales directivos de Bankia se van a repartir en sueldos 24,19 millones de euros, sin contar la remuneración por pertenecer al consejo de administración. La diferencia entre los banqueros y los futbolistas galácticos es que los segundos meten goles para su afición, y los primeros se los meten a la suya, si por afición podemos entender a los impositores y titulares de cuentas bancarias, con los que no tienen ningún tipo de consideración si se retrasan un día en el pago de su hipoteca. Evidentemente, los directivos de los bancos son libres de repartirse el dinero como mejor entiendan, como también lo son los clientes a los que cobran escandalosas comisiones para cancelar sus cuentas y llevarse su dinero a otro lado. Pero antes de que los indignados vayan a hacer cola en las ventanillas hay que buscar el lado positivo. Hay que felicitarse, porque el salario de los directivos demuestra la buena salud de la entidad, lo que significa que tiene músculo financiero suficiente para volver a facilitar el crédito a las pymes que tanto lo necesitan, que no tendrá que hacer uso del fondo de rescate a la banca que hemos pagado los ciudadanos con nuestros impuestos, o que será más benevolente antes de desalojar al desgraciado que no puede pagar su hipoteca. La cosa va de salarios. El líder del PSM, Tomás Gómez, tras publicarse que acumula cuatro sueldos por importe de casi 200.000 euros, ha anunciado que renunciará al de senador, cuestión que deberán resolver los letrados de la Cámara, porque supuestamente es un sueldo irrenunciable según el reglamento del Senado. Gómez cobrará sólo como portavoz parlamentario con dedicación exclusiva y como profesor de la universidad, pues el sueldo de secretario general del PSM dejó de percibirlo cuando firmó el acta de diputado. Veremos si cunde el ejemplo.
Publicado el 1 de julio de 2011 a las 09:00.