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Cuando uno vive en un palacio corre el riesgo de perder el contacto con la realidad. Es lo que le está ocurriendo al presidente del Gobierno, que parece estar encerrado en su reino de Shangrilá, donde puertas adentro vive en permanente primavera, rodeado de belleza y armonía, y extramuros se enfrenta a la más cruda realidad de las cifras económicas, la crisis institucional y el descenso en picado en las encuestas que azotan de manera implacable como el crujido de un gélido viento huracanado. Se comprende que no quiera salir de la felicidad de su reino de Shangrilá. El panorama que se encuentra puertas afuera es desolador, sobre todo el que refleja la prensa internacional, empeñada en recordarle el riesgo de que España pueda seguir los pasos de Grecia y cuestionando su gestión ante la crisis. Periódicos como el 'International Herald Tribune', el 'Corriere de la Sera', 'Les Echos' o el 'Financial Times', han editorializado sobre la situación económica de España y las medidas adoptadas por el Gobierno. "Medidas titubeantes", "falta de credibilidad internacional", "improvisación", "descontrol del gasto", "falta de rumbo" y hasta "crisis moral" son algunos de los comentarios que se han podido leer. Tal es la presión internacional, que incluso Zapatero ha tenido que salir al paso del rumor de un rescate a España de 280.000 millones de euros que provocó un nuevo desplome de las bolsas. En este clima, el presidente del Gobierno no ha tenido más remedio que llamar a Rajoy para verse las caras en un encuentro en Moncloa en el que como era previsible, lo más destacado fue el encuentro en sí mismo, que Zapatero ha venido negando de manera oficial desde octubre de 2008, hace 18 meses, a pesar de las reiteradas peticiones desde el PP. Demasiado tiempo perdido para como está el país. Zapatero necesita dar imagen de unidad ante la crisis y ha tenido que sacar de la chistera 9.800 millones de euros de la contribución española a la salvación de Grecia como excusa para llamar y hacerse la necesaria foto con Rajoy. Una cita tan tardía como imprescindible, pero hace falta más que fotos. Y una nueva ocasión perdida para que Gobierno y oposición aparquen sus diferencias y al igual que han acordado la modificación de la Ley de Cajas para la reestructuración del sector, haber sido capaces también de alcanzar un gran Pacto de Estado para salir de la crisis mediante la reducción del gasto y el déficit y la reforma del mercado laboral.
Publicado el 5 de mayo de 2010 a las 14:45.