Consenso político contra la piratería
Archivado en: Editorial, Ley Sinde, Álex de la Iglesia
PSOE, PP, y CIU se han puesto de acuerdo para sacar adelante en el Senado la ley contra la piratería en Internet, conocida como Ley Sinde. La enmienda consensuada entre los tres partidos persigue reforzar las garantías judiciales cuando se trata de cerrar una web que facilite la descarga de contenidos sujetos a derechos de autor, uno de los principales motivos de controversia que provocaron su rechazo en el Congreso. En el texto original, se arrogaba a una Comisión de Propiedad Intelectual, dependiente del ministerio de Cultura, la potestad para identificar al responsable de la prestación de servicios en Internet supuestamente ilegales. Con la nueva enmienda, será imprescindible pedir una autorización judicial para poder identificar al presunto infractor, y una segunda autorización judicial para ejecutar medidas de cierre de las páginas que vulneren la ley de propiedad intelectual o para retirar contenidos. Sobre el otro de los puntos de discordia, el canon digital, el Gobierno se compromete a modificar en un plazo de tres meses la regulación de la compensación por copia privada, medida que no ha tenido más remedio que adoptar bajo la apariencia de negociación para poder ejecutar la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que prohibía la aplicación del canon de forma indiscriminada. Hay que felicitarse porque hacía tiempo que esperábamos que PSOE y PP fueran capaces de llegar a un acuerdo en algo, y más en un asunto tan controvertido y que ha generado tantas pasiones a favor y en contra como las descargas en la red. Y en segundo lugar, porque las enmiendas aprobadas garantizan una mayor protección a los derechos de creadores e internautas. Es un motivo de alivio que finalmente sea un juez el que pueda autorizar el bloqueo de un contenido sobre el que se ha formulado una denuncia, y no que se actúe sin denuncia previa. Aunque nunca llueve a gusto de todos y el debate entre defensores y detractores se ha extendido por la red, alentado por la dimisión del presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, que ha calificado de "desastre" la Ley Sinde. Tampoco las asociaciones de internautas ven por ningún lado los beneficios de una ley que según dicen, instaura la censura preventiva en Internet. La realidad es que, por mucho que la ley pretenda evitarlo, sobran los ejemplos que nos demuestran que la tecnología siempre va un paso por delante de la política. La Ley Sinde conseguirá cerrar alguna página de descargas ilegales, pero surgirán nuevas páginas que sortearán la ley. No se pueden poner puertas al campo.
Publicado el 27 de enero de 2011 a las 10:45.