Resaca electorial y negras perspectivas
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Los ciudadanos de Cataluña han dado una doble muestra de responsabilidad en el ejercicio de su derecho al voto. La primera, acudiendo a votar mayoritariamente, a pesar de las previsiones que auguraban una gran abstención provocada por la comprensible desafección e indiferencia que sienten ante unos políticos que no han sabido estar a la altura de sus representados. Más al contrario, los ciudadanos han tenido muy claro cual era su responsabilidad y han aprovechado con su papeleta para decir basta y poner a cada uno en su sitio. Al primero, al socialismo, al que han penalizado por pactar con Esquerra Republicana un acuerdo que ha fracturado a la militancia del PSC. Los electores han castigado duramente al PSC en un claro rechazo a la política de Zapatero, que ha pagado en las urnas el grave error de impulsar el Tripartito y dar alas al nacionalismo impulsando el nuevo Estatuto. Por su parte el tripartito se encargó de hacer los méritos suficientes para terminar de hastiar a los votantes y simpatizantes socialistas que les han dado la espalda. Los ciudadanos han evidenciado que estaban hasta la coronilla de las fantochadas de ERC, que han provocado el bochorno propio y ajeno y lo peor, han costado un riñón. Sería muy conveniente que CIU extrajera de esta experiencia la lección correcta y abandonara las frivolidades soberanistas, pues Cataluña tiene otras prioridades que pasan por la moderación y la eficacia en la gestión de gobierno. En cuanto a la lectura económica, en el desplome del socialismo es evidente que la crisis económica ha tenido un efecto importante y que el dimitido Montilla ha pagado en Cataluña los efectos de la errática política del gobierno en Madrid. Esta semana sin ir mas lejos, hemos vuelto a vivir la incertidumbre en los mercados. Poco le ha durado al presidente del Gobierno la alegría de la foto con los banqueros y empresarios ante las caídas en la bolsa y los nuevos incrementos de la prima de riesgo. En este contexto de sobresalto económico, sólo faltaban las dudas de la Comisión Europea acerca de las posibilidades reales de cumplimiento de los objetivos de crecimiento y de reducción del déficit. Será muy difícil que Zapatero no se vea obligado a acometer nuevas medidas de ajuste que seguirán sangrando votos en la herida del socialismo. Al PSOE le espera una dura y amarga travesía del desierto hasta la siguiente cita con las urnas en las autonómicas y municipales donde se juega perder muchas de las capitales de provincia y con negras perspectivas en varias comunidades autónomas.
Publicado el 2 de diciembre de 2010 a las 10:30.