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Por más que Emilio Botín le haya echado un cable al presidente del Gobierno pidiéndole que se ocupe de arreglar el desaguisado económico y aplace el debate sobre la sucesión, las especulaciones sobre el futuro de Zapatero van a continuar hasta que el presidente desvele a qué piensa dedicar el tiempo libre. Se quejan los grandes empresarios, o mejor dicho, los presidentes del Santander, Endesa, Ferrovial y OHL, pues que se sepa los otros 40 presentes en la reunión de Moncloa no se salieron del guión, que la inestabilidad política provoca en los mercados una gran incertidumbre, y por tanto un anticipo electoral podría añadir factores de inestabilidad en un momento que se requiere de firmeza para acometer reformas estructurales de calado. Los empresarios no son muy dados a meterse en política, pero el mensaje ya está enviado: Zapatero, a tus zapatos, a gobernar, a hacer los deberes pendientes, entre ellos seguir avanzando en la flexibilización del mercado laboral, y a concluir la legislatura, que no está la situación para jugar a las adivinanzas. Pero este debate se le escapó de las manos al presidente del Gobierno en el mismo momento en que anunció a los periodistas en navidad que ya tenía tomada una decisión sobre su continuidad como candidato y que sólo la conocía su esposa y un miembro del partido. Ahora, por mucho que se lo pida Botín o que el partido trate de retrasar el debate, ya no hay quien lo pare, aunque en el comité federal de esta semana Zapatero no desvele su futuro como se había especulado estos últimos días y aparque la hoja de ruta de la sucesión para después del verano. La petición de los empresarios tiene interpretaciones para todos los gustos: para el aparato socialista, la llamada de Botín ha venido a ser un espaldarazo de los empresarios frente a las voces que reclaman el anticipo de las elecciones como el revulsivo económico que falta para recuperar la confianza. Aunque en privado, algunos barones socialistas sientan que han perdido la oportunidad de frenar la sangría de votos despejándose la incógnita de la sucesión antes del 22 de mayo. Al PP la intromisión de las grandes empresas en la escena política le ha mudado el gesto y ha respondido apelando a los millones de parados que esperan un cambio que devuelva la coyuntura actual a los tiempos de creación de empleo. Sea cual sea la lectura que se le quiera dar, seguiremos dando vueltas a la sucesión, con la sensación de un gobierno amortizado en una legislatura que se antoja de transición. Con un presidente mareando la perdiz mientras el partido se desangra en votos.
Publicado el 31 de marzo de 2011 a las 12:00.