Archivado en: Esperanza Aguirre, Ana Botella, Cristina Cifuentes
Tres mujeres ostentan la máxima representación institucional en la comunidad de Madrid. Un trío de ases formado por la presidenta Esperanza Aguirre, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y la última en llegar, la nueva delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. Las tres tienen maneras diferentes de ejercer la política pero cuentan con el nexo común de la experiencia y la valía profesional demostrada en las distintas responsabilidades que cada una de ellas ha ido asumiendo. Estamos acostumbrados a nombramientos propios de laboratorio del quimicefa que han dado auténticos floreros de la políticos barnizados de paridad, en los que no se tuvo en cuenta la capacidad e idoneidad para el cargo, por lo que es de suponer que esta nueva fase de la política repercutirá positivamente en un mejor servicio a los ciudadanos. La nueva delegada del Gobierno se ha marcado por delante tres grandes retos: acabar con el repunte de la criminalidad y la inseguridad del sector comercial, especialmente el castigado gremio de joyeros; acabar con la impunidad con que los okupas asaltan a su antojo pisos y edificios, y garantizar la convivencia y el mantenimiento del orden público ante la radicalización de los movimientos de indignados. En definitiva, garantizar los derechos y libertades de los ciudadanos. Para ello va a contar con la máxima colaboración y apoyo del ministro del Interior y del director general de la Policía, que han apostado por convertir Madrid en una de las capitales más seguras de Europa. Este fin de semana y horas antes de tomar posesión, un grupo de radicales ya le anticiparon que tendrá que aplicarse a fondo en sus propósitos, tras un intento de asaltar el metro de Callao respondiendo a la convocatoria del movimiento "yo no pago", que impulsa la desobediencia civil mediante acciones como la de colarse sin pagar en el transporte público. Cristina Cifuentes, en su toma de posesión, se refirió a ello. De cara a alcanzar acuerdos para la la imprescindible convivencia, el diálogo entre las partes es el mejor instrumento posible, pero esa convivencia se garantizará desde la firmeza de la ley. Un aviso a navegantes de que la etapa que comienza nada va a tener con la de su predecesora Dolores Carrión. Como tampoco será igual la relación institucional entre Comunidad y Ayuntamiento. Este lunes tendrá lugar el primer encuentro entre las dos damas de la política madrileña con el que arranca un tiempo de entendimiento entre las dos administraciones ajeno a tensiones y suspicacias del que sin duda se beneficiarán los ciudadanos.
Publicado el 19 de enero de 2012 a las 15:00.