¿Hay algo malo en estar informado?
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El Hospital Universitario La Paz ha empezado a informar a sus pacientes del coste que tiene la asistencia que reciben. La conocida como factura en la sombra se entregará en el área de Cirugía Mayor Ambulatoria en un primer momento y más tarde se irá extendiendo al resto de centros sanitarios con el objetivo de que los ciudadanos sepan cuál es el coste de la asistencia sanitaria que reciben. Junto con la factura, los pacientes recibirán una carta que les recuerda que el coste de su atención sale de sus impuestos. Una obviedad, pero ante tanto como despilfarran las administraciones públicas, no está de más comprobar que al menos una parte de nuestros impuestos nos revierte directamente cuando tenemos que hacer uso de los servios públicos. Hay quien querrá ver en esta medida un primer paso para acabar estableciendo el copago sanitario. Puede ser, aunque el establecimiento de la factura en la sombra no es una iniciativa del Gobierno de Esperanza Aguirre, sino una propuesta de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, aprobada en el Consejo Interterritorial de Salud en marzo de 2010 con el consenso de todas las comunidades. Algunas autonomías, como Andalucía, Galicia o la Comunidad Valenciana ya la están aplicando. No podemos cerrarnos a la evidencia, por más que el debate del copago sea impopular y se utilice como arma de confrontación política. Tenemos que ir haciéndonos a la idea de que el Estado del Bienestar, tal como lo conocemos, será muy difícil de mantener en una coyuntura económica tan incierta como la actual. Por mucho que los dirigentes políticos se empeñen en negarlo, dentro de unos años no habrá sistema capaz de soportar los niveles actuales de calidad en la atención sin hacer partícipe en alguna medida al usuario. Nos guste o no, es un debate que tardará más o menos, pero acabará llegando y habrá que afrontarlo sin ambigüedades ni demagogias. De momento sólo estamos ante un simple acto informativo. ¿Acaso es malo estar informado? Probablemente conocer el coste de la asistencia recibida contribuya a una mayor concienciación sobre el uso racional de los recursos públicos y a despejar esa percepción tan extendida de que la Sanidad es gratuita. No lo es. Cuesta mucho dinero mantenerla, y está bien que los ciudadanos sepamos cuánto. La transparencia siempre es bien recibida y harían bien nuestros políticos en poner todas las cartas encima de la mesa. Si para mantener la sostenibilidad y calidad de la atención sanitaria hay que hacer un esfuerzo adicional, habrá que hacerlo, nos guste o no.
Publicado el 15 de septiembre de 2011 a las 18:45.