Externalizar, privatizar, comunicar
El Plan para la Sostenibilidad de la Sanidad de la Comunidad de Madrid ha movilizado a todo el sector sanitario. El problema es que no se ha explicado bien y la gente ha confundido medidas para ajustar los gastos en un escenario de reducción de ingresos con el desmantelamiento de un modelo sanitario. Nos dicen, y parece que tiene todo el sentido, que no se trata de acabar con la sanidad pública, sino todo lo contrario, adoptar medidas para garantizar su sostenibilidad. Pero hay que explicarlo bien para evitar malinterpretaciones torticeras en un tema tan sensible. El presidente de la Comunidad, Ignacio González, ha dicho que se está intentando engañar y asustar a los ciudadanos, y que es "falso de toda falsedad" todo lo que se está diciendo. Insiste en que no se va a "privatizar la prestación sanitaria" sino a "externalizarla en algunos casos", como ya se ha hecho en los hospitales de Valdemoro, Móstoles o Torrejón. ¿Cuál es la diferencia entre privatizar y externalizar? Si echamos mano de la Real Academia, privatizar es "transferir una empresa o actividad pública al sector privado". Externalizar es un termino que la RAE no recoge, aunque viene a ser el proceso por el que una empresa subcontrata algunas tareas propias a otra empresa. Está bastante claro, pero por si no lo entienden se lo explico de otra manera: Si un gobierno de izquierdas contrata a una empresa para prestar un servicio, es una externalización; si por el contrario, el que lo hace es un gobierno de derechas, estamos ante una privatización. Pero lo que importa no es cómo se llame, sino que cueste menos dinero sin que el ciudadano note la diferencia en la prestación del servicio. La consejería de Sanidad tiene indicadores que avalan la satisfacción del servicio en hospitales de gestión mixta publico-privada entre usuarios y profesionales, y debería sacarlos para despejar dudas. Otro asunto controvertido ha sido la reconversión de La Princesa en un centro especializado en patologías de mayores. Nadie se opondrá a ello si se mantiene, como se ha acordado, la actual cartera de prestaciones, incluidas las urgencias y su carácter de hospital universitario e investigador. No se va a cerrar, ni a desmantelar ni a convertirlo en un geriátrico, aunque hasta ahora habíamos entendido lo contrario. En cuanto al euro por receta, es un órdago que González ha echado al Gobierno central como moneda de cambio para reivindicar los 1.000 millones de euros que la Comunidad ha dejado de percibir injustamente con el actual modelo de financiación, y que confiemos en que no se llegue a aplicar. Es una jugada hábil, aunque nos quede la sensación de que González le ha pegado una patada a Rajoy en el trasero de los madrileños.
Publicado el 22 de noviembre de 2012 a las 14:30.