Responsabilidades en el Madrid Arena
La memoria de Katia, Cristina, Rocío y Belén, y el dolor de sus familias merecen mucho más que el espectáculo poco edificante que están ofreciendo los políticos, echando balones fuera acerca de la responsabilidad de cada uno en la tragedia que ha costado la vida a las cuatro jóvenes y ha dejado a otra en estado crítico. La ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid establece claramente los requisitos que se han de cumplir en materia de seguridad para este tipo de eventos, y que afectan al aforo máximo permitido, a la venta y consumo de alcohol a menores de edad, al control de objetos peligrosos, a la seguridad durante el evento y al control de los accesos al mismo. En la macrofiesta de Hallowen del Madrid Arena estos preceptos se incumplieron, y por tanto, hay que exigir responsabilidades a la empresa organizadora, así como la responsabilidad solidaria al titular del local, en este caso el ayuntamiento de Madrid, propietario de un edificio que presenta graves deficiencias de seguridad y cuya gestión de la crisis está dejando mucho que desear. Quedan muchas incógnitas en todo este despropósito que la investigación judicial y el ayuntamiento deberán aclarar. Lo primero las causas de la avalancha, si como se dijo en un principio obedeció al lanzamiento de una bengala o se produjo al intentar entrar los que estaban fuera haciendo botellón. También si se superó el aforo máximo permitido -"sobradamente sobrepasado", según el atestado policial- y si los responsables de la seguridad tenían la preparación suficiente, en formación y en número de efectivos, para reaccionar en caso de necesidad. Y por supuesto, lo que afecta a la situación legal del Madrid Arena. Que las instalaciones municipales no requieran licencia de funcionamiento puede ser legal, pero es incomprensible y eticamente reprobable que los responsables de ejercer el control sobre edificios y locales privados hagan la vista gorda cuando se trata de los propios y permitan determinados usos conociendo los graves riesgos de seguridad que conlleva. La alcaldesa Ana Botella ha anunciado que prohibirá la celebración de macrofiestas en edificios municipales. No es suficiente. Si la celebración de macrofiestas comporta tantos riesgos, que se prohíban en todo tipo de espacios, sean o no municipales. Pero en lugar de tanta prohibición, mejor será vigilar para que cada uno, en la responsabilidad que le corresponde, cumpla y haga cumplir estrictamente la ley, porque estamos conociendo demasiadas irregularidades y la memoria de cuatro vidas truncadas exige que se llegue hasta las últimas consecuencias. Los ciudadanos reclamamos explicaciones que hasta ahora han sido insuficientes.
Publicado el 12 de noviembre de 2012 a las 11:15.