Váyase, señor Más
Ante el precipicio al que se ha empeñado en dirigir Artur Mas a Cataluña revistiendo de soflama soberanista su reivindicación de Pacto Fiscal con el que tapar las vergüenzas financieras dejadas por la nefasta gestión del tripartito, el cuerpo me pide ser políticamente incorrecto. Porque estoy harto, y me atrevo a afirmar que como yo, muchos españoles, del chantaje permanente del nacionalismo a cambio de la amenaza de ruptura. Señores de Convergencia, déjense de monsergas y apriétense el cinturón como todos. Lo de la identidad propia está muy bien cuando hay dinero, pero ahora las prioridades son otras. Menos gastos suntuarios y menos embajadas en el extranjero, que para representación ya están las legaciones nacionales. Y si lo quieren, páguenselo de su dinero, pero no vengan a reclamar árnica al Estado español al que dicen que no quieren pertenecer. La realidad es que Cataluña tiene un grave problema de asfixia financiera y Artur Más fue a Madrid a pedir más dinero. No le bastaba con el adelanto de 5.000 millones que cogió con una mano mientras con la otra negaba los compromisos a que el adelanto del dinero le obligaba. Como no era suficiente, se ha sacado de la manga un pacto fiscal que bien sabe que no tiene cabida en la Constitución, como por activa y por pasiva le ha explicado el presidente del Gobierno. Rajoy le ha ofrecido mejorar el sistema de financiación autonómico, de manera que ninguna comunidad se vea perjudicada, pero eso no es suficiente para colmar la voracidad nacionalista. Así que como no hay pacto fiscal, amenazo con la independencia y convoco elecciones. Y así estamos. Como decía , el cuerpo me pide decirle, señor Mas, váyase de una vez, y déjenos al resto de los españoles que vivamos tranquilos sin chantajes y sin amenazas de ruptura. Rompa con el Estado español y cómase sus productos, que en el resto de España no se los compraremos. A ver si le siguen los empresarios y si las multinacionales se quedan en Cataluña. Menos mal que la irresponsabilidad de algunos se combate con sentido común, porque la unidad del Estado está por encima de veleidades independentistas -quimeras las llamo acertadamente el Rey-, el mismo sentido común que le sobró a Rajoy para despachar a Más con un no rotundo a su estrambótica propuesta, y el mismo que le ha faltado al líder del PSOE, Rubalcaba, que para echar un capote al desnortado PSC se ha sacado de la manga una propuesta de reforma constitucional para instaurar el Estado federal. No se puede ser más inoportuno.
Publicado el 25 de septiembre de 2012 a las 17:45.