Razones para una retirada de la política
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Habría que ser Esperanzólogo para saber los verdaderos motivos de la dimisión de Esperanza Aguirre, y sólo un puñado de muy cercanos, entre ellos su fiel Ignacio González, conocen las razones íntimas que le han llevado a apartarse de la primera línea política de manera tan inesperada. Tampoco ella ha querido explicitarlo, y deliberadamente ha dejado abiertas las puertas de la especulación sin explicar claramente los motivos de su renuncia. Sin duda han pesado las circunstancias personales, el cáncer que le detectaron hace dos años y que presuntamente ha superado, el deseo de dedicarse más a los suyos. También el cansancio político, la disconformidad con algunas decisiones del Gobierno que no comparte, la tibieza de Rajoy ante algunos retos políticos, su famoso "no me resigno"... Esperanza Aguirre ha representado mejor que nadie el descontento entre la masa de votantes del PP críticos con la acción de Gobierno y su marcha resume mejor que nada la decepción que sienten. Pero cualesquiera que sean los motivos, y cuáles hayan pesado más, su renuncia le llena de grandeza. La política es su vida, pero no la necesita para vivir. Ha manejado los tiempos como sólo ella sabe hacerlo; su intuición política y sus convicciones personales le han dicho que era el momento oportuno para irse y así ha hecho, fiel a si misma y de sopetón. Quizás en las delicadas circunstancias que atraviesa España hagan más falta que nunca políticos de su talla, pero su renuncia merece todo el respeto. Esperanza Aguirre lo ha sido todo en 30 años dedicada a la política: concejal del ayuntamiento de Madrid, ministra de Cultura, senadora, la primera mujer presidenta del Senado, y presidenta de la Comunidad de Madrid con tres mayorías absolutas. Sólo le quedaba ser la primera mujer presidenta del Gobierno, pero ha sentido que su tiempo político tocaba a su fin y ha tirado la toalla, a pesar de que son muchos los que, dentro y fuera de su partido, piensan que nunca se retirará del todo. En cualquier caso, su rebeldía deja huérfanos de referentes a un sector importante en el PP y un gran espacio vacío en la vida política española. Quizá Rajoy haya respirado. Está en otras peleas y abrir ahora una brecha en Madrid no entra en sus planes, al menos en los próximos tres años, hasta que toque elegir al candidato. Entonces veremos si Génova apuesta por Ignacio González como candidato. Quien sí se ha frotado las manos es Tomás Gómez. Viendo la oportunidad que el destino le brinda, igual se olvida de Rubalcaba y comienza a hacer oposición en Madrid.
Publicado el 20 de septiembre de 2012 a las 14:30.