Barómetro del CIS: entre susto y muerte
Ni los recortes, ni las subidas de impuestos, ni las promesas electorales incumplidas, ni la reforma laboral que desembocó en la huelga general han hecho mella en la confianza de los españoles, que parecen estar anestesiados a juzgar por lo que expresan en el último barómetro de opinión del CIS sobre su confianza en el Gobierno. Si se celebraran ahora las elecciones, el PP obtendría el 40,6% de votos, cuatro puntos por debajo del resultado alcanzado el 20-N, cuando consiguió la mayoría absoluta con un apoyo del 44,6% del electorado. Significativamente, tampoco el PSOE se beneficia del supuesto desgaste de Rajoy. Apenas gana un punto respecto al 20-N y ahora conseguiría el 29,6% de votos, frente al 28,7% de las últimas generales. Los populares pueden darse por satisfechos si con la que está cayendo el desgaste por las medidas adoptadas solo les ha hecho perder cuatro puntos en intención de voto. Pero mas debería preocupar los resultados del sondeo a los socialistas, pues si para los entrevistados, el 48,3 cree que la gestión del Ejecutivo de Rajoy está siendo mala o muy mala, la gestión como oposición del PSOE sale aún peor parada: el 52,4 cree que es también mala o muy mala. Conclusión, los españoles se debaten entre susto o muerte. Quizá la explicación ante tan apática respuesta demoscópica radica en que los electores entienden y reconocen que las medidas del Gobierno son duras pero necesarias, mientras que la reacción del PSOE es la previsible y responde a intereses electoralistas sin presentar alternativa creíble. El Gobierno seguirá aplicando su hoja de ruta cueste lo que cueste, aunque el rumbo a seguir sea 180 grados contrario al trazado inicialmente. Las circunstancias lo requieren y las encuestas avalan que los españoles están dispuestos a olvidar las promesas incumplidas con tal de que la extenuante travesía acabe en tierra firme al resguardo de buen puerto. Pero esto no significa patente de corso y el Gobierno deberá hacer un esfuerzo para corregir su nefasta política de comunicación y explicar a los españoles por qué ha convertido los compromisos electorales en papel mojado. Estamos asumiendo a marchas forzadas que el objetivo de salir del agujero es lo único que cuenta, pero reclamamos que nos lo expliquen bien. La teoría del hecho consumado puede ser válida para el Gobierno, pero un poco de bálsamo es necesario para mitigar el dolor. Cuando recibe las pruebas diagnósticas que confirman los peores temores, la familia del enfermo agradece que el médico salga en persona a explicarlo.
Publicado el 11 de mayo de 2012 a las 11:00.