El resplandor de la comunidad china
Poco sabemos de la comunidad china que se ha expandido en España en los últimos años tan rápida y extensa como silenciosamente. Un halo de misterio acompaña la presencia de tan singular colectivo y leyendas urbanas como la del desconocido número de fallecimientos y entierros o los ingredientes de algún plato degustado, contribuyen a mirarles con curiosidad y suspicacia a partes a iguales. Crecen como las setas y están por todas partes. Cuando menos te lo esperas te aparece un "todo a cien" debajo de casa. Admiramos por igual su laboriosidad, como recelamos del mutismo que rodean las actividades de una comunidad poco dada a la relación con el resto de la población. Son los pioneros de la apertura 24 horas, y a menudo nos sacan del apuro aprovisionándonos de lo inimaginable a horas intempestivas. Realmente es un misterio cuándo duermen, pero han acabado formando parte del paisaje urbano acaparando buena parte del comercio minorista, en muchos casos a costa de acabar con el comercio tradicional que no puede competir en precios ni horarios. Barrios enteros han cambiado de fisionomía con su presencia y no hay local comercial que se quede vacío que no sea inmediatamente visitado por el chino de turno. Por todo ello ha causado más estupor que sorpresa conocer los detalles de la Operación Emperador, el mayor golpe policial contra la mafia china y el blanqueo de capitales atestado jamás en España. Las cifras de la operación dan suficiente elocuencia de su importancia: diez millones de euros en metálico incautados, 200 vehículos aprehendidos, 110 ordenes de arresto, 120 registros en pisos y naves industriales en toda España y centenares de cuentas bancarias intervenidas. Entre los detenidos figura el concejal socialista del ayuntamiento de Fuenlabrada José Borras, municipio en el que se ubica el polígono Cobo Calleja, el mayor centro europeo de actividad empresarial china y productos orientales; una funcionaria de la Subdelegación del Gobierno en Zamora, un inspector de policía y un sargento de la guardia civil, lo que da idea de hasta donde llegaban los tentáculos de la trama. Es sobrecogedor, nunca mejor dicho. La nota colorista la ha puesto la detención de Nacho Vidal, el orgullo del porno patrio que por una vez no ha utilizado para hacer caja su mítica herramienta de trabajo, sino su productora, con la que blanqueaba el dinero. Probablemente muchos encontrarán en esta operación una explicación al auge de este tipo de negocios. Pero que el sector empresarial chino sea el único que parece dotado de la varita mágica de la prosperidad en medio de la crisis no debería ser motivo para generalizar la sospecha sobre cualquier negocio regentado por un oriental. No criminalicemos a toda la comunidad china, aunque es bueno que esto sirva para extremar al máximo el control sobre el estricto cumplimiento, tambien ellos, de las leyes.
Publicado el 18 de octubre de 2012 a las 11:30.