Recortes y reducciones de gasto
El tijeretazo de Zapatero a funcionarios, pensionistas, mamás recién paridas, dependientes y compañeros del Gobierno está teniendo gran eco en Madrid, donde se ha abierto una carrera para ver quién recorta más. Parece una subasta, pero a la inversa. De momento sus señorías de la Asamblea se van a reducir un 15 por ciento los salarios, en solidaridad con otros paganos para dar ejemplo ante la crisis, lo que no es mal gesto, que algunos lo ganan con demasiada facilidad para lo poco que sudan la camiseta. Los diputados cobrarán una media de 570 euros menos, que es dinero pero que tampoco les va a hacer pobres, pues sus honorarios por dedicación exclusiva rondan los 3.800 euros, cantidad que se incrementa en el caso de los portavoces. El secretario general del PSM, Tomás Gómez, ha aprovechado la coyuntura para anunciar un paquete de medidas con las que reducir en 1.400 millones anuales la deuda de la Comunidad por la vía de la disminución drástica de salarios y la eliminación de la duplicidad de sueldos en los cargos políticos, la reducción a la mitad de los directivos de Radio Televisión Madrid, la eliminación de directivos del Servicio Madrileño de Salud, el recorte en los gabinetes técnicos, en alquileres de edificios, etcétera. Como Tomás Gómez no es diputado, el portavoz adjunto del PP, Juan Soler, le ha pedido que empiece por hacer público su sueldo y que, de paso, se lo reduzca, como reclama a los demás, ya que los ingresos de los partidos también salen de las arcas públicas. ¿No quieres caldo? ¡Dos tazas! Mientras, la presidenta Esperanza Aguirre ha insistido en su idea de privatizar Telemadrid y acabar de un plumazo con los más de 200 millones de euros que nos cuesta la deuda del ente, una idea que en su día defendió Gallardón y que no es posible llevar a cabo por las limitaciones de la Ley del Tercer Canal. Sumadas las pérdidas de todas las televisiones regionales sale una cifra de 1.200 millones de euros, cantidad más que suficiente como para definitivamente plantearse acabar con un despilfarro que le cuesta a cada ciudadano 114 euros al año. Si se le añade la más que dudosa calidad de las diferentes programaciones, hay sobrados argumentos para coger el toro por los cuernos. El ahorro adicional por parte de las comunidades autónomas y administraciones locales que anunció Zapatero en el miércoles negro junto al resto de recortes en el gasto social suma exactamente lo mismo que la deuda de las televisiones.
Publicado el 21 de mayo de 2010 a las 14:15.