Estoy desnudo, una reflexión previa a la crítica
Archivado en: Estoy desnudo, no crítica, Tsutsui, Mariluz Vallejo
Estoy desnudo, de Yasutaka Tsutsui (Atalanta, 2009). En una solapa del libro escriben que esta edición reúne lo mejor de los cuentos del autor japonés, porque los ha seleccionado él mismo como los mejores. Bien, esto demuestra algo tan obvio como que no todos tenemos el mismo gusto. A mí, por ejemplo, me gustó mucho más Hombres salmonela en el planeta porno. Sí, ya sé, que me gustara más a mí significa bien poco. Pero escribo con este tono porque estoy poco dispuesto a escribir una crítica cuento a cuento. Sería lo más fácil, casi mecánico, al fin y al cabo sólo son ocho cuentos. Pero me contengo, tengo algo que contar difícil de expresar y decido huir de una crítica formal.
No explicaré todo lo que Mariluz Vallejo reseña en su libro de la crítica como elementos que estructuran una crítica. Elementos que no tienen por qué aparecer siempre, pero que pueden ayudar a la hora de remediar olvidos, o llenar de caracteres el espacio en blanco asignado.
(1. FICHA TÉNICA
2. TÍTULO
3. AUTOR
4. CONTEXTO DE OTRAS OBRAS.
5. PARATEXTO.
6. ARGUMENTO.
7. GÉNERO.
7. CONCEPTO DE TIEMPO: Tiempo en el que transcurre la obra. En cuanto tiempo transcurre la obra. Concepto del tiempo que maneja el autor. Cómo ha pasado el tiempo para la obra (clásico, ¿perdura?, ¿caduco?) En qué tiempo y en cuánto tiempo la escribió el autor.
7. ESTILO. TONO, FRASEO, DIÁLOGOS, LÉXICO...
8. TEMAS DE FONDO Y TRAMAS Y PERSONAJES.
9. VEREDICTO.)
Tsutsui demora mucho los finales de sus cuentos. Cuesta ser fiel al texto y no avanzar en diagonal, porque se sabe que lo que cuenta va a ocurrir repetitivamente, sin demasiadas sorpresas hasta el final (insufrible en el cuarto cuento: "Maneras de morir"). Son relatos que avanzan gota a gota, hasta precipitar como estalactitas o estalagmitas (Estalagmitas: de monter, subir; estalagtitas: de tomber, caer). Sucede así con el primer cuento, que da título a la colección. Un tipo que va quedándose desnudo azarosamente, sin poder remediarlo, en una situación de desamparo total. Sucede en el segundo, "Líneas aéreas Gorohachi" (a "Gorohachi" le falta un acento imposible en mi teclado), donde el suma y sigue de desventuras en el viaje de regreso de una isla desierta llega a cansar para alcanzar un final clásico. Y de nuevo sucede en el tercero, "El peor contacto posible" (el mejor cuento de la colección), donde se relata el encuentro entre un terrícola y un magumagu (alienígena) en una convivencia previa a las relaciones diplomáticas interplanetarias. Tsutsui es un fenómeno cuando se trata de relatar el absurdo, la incomunicación, distintos modos de entender la realidad. Y así brilla también en el quinto relato, "Articulaciones". Y también el cuento tarda en precipitar su final y el lector se encuentra con que ya se ha enterado de lo que está pasando y se lo repiten, y lo único que se desea a esas alturas es terminar pronto con el relato. Eso de dilatar las tramas, a pesar de que la prosa de Tsutsui corra veloz, me cansa.
Podría seguir con el sexto, con el séptimo, con el octavo. Pero creo que ya he emulado demasiado la repetición de una idea para llegar al final (como Tsutsui). Ya está. Quizá otro día escriba la crítica de este libro y sea más formal. Hoy no.
P.D.: Sé que lo más didáctico de este texto es la enseñanza afrancesada de las estalagmitas y las estalactitas. Se la debo a G., un fenómeno.
Publicado el 18 de septiembre de 2009 a las 12:15.