Entre el arte de nadar y la vocación de disfrutar de la vida sin cargarte el planeta (Tierra)
"¿Como hacer lo que no se comprende?
La natación es un duelo continuo con un elemento que no aguarda mas que un descuido, ó falta de aquel que le desafía, para tragarle.
No es en el lugar del combate donde se aprende á manejar la espada.
Del mismo modo se debe saber nadar ántes de entrar en el agua.
Las armas de la natación son las piernas y los brazos. Cuando estos miembros sepan lo que tienen que hacer, estarán demasiado interesados en la conservación del cuerpo para dejarle ahogarse. Así, lo nadadores que quieren suicidarse con este medio, necesitan atarse una piedra al cuello.
La idea de aprender los movimientos de la natación antes de meterse en el agua, aunque poco conocida, no es nueva, pero hasta ahora se han hecho ejecutar estos movimientos en pié ó sobre el vientre".
Y así... No reproduzco la larga cita de cómo tras unos ejercicios gimnásticos repetidos muchas veces en seco, uno debe arrojarse al agua, repetir la mecánica de la gimnasia y nadar. Y si no nadas y te da por la vulgaridad de ahogarte, por ejemplo, eres una especie de imbécil. Arte de nadar es de 1898, de monsieur Brisset. (Subtitulado: Aprendido sin maestro. En menos de una hora. Con figuras). Hay mucho libro inútil por el mundo. Y alguno, de tan inútil, es genial.
Que alguien imagine qué debió significar 1989, la caída del muro de Berlín y la posterior descomposición de la Unión Soviética para el expurgo de libros. ¡Qué hacer con miles de libros que razonaban y aseguraban el futuro mundo comunista! Porque si dieran la risa como Arte de nadar, si tuvieran algún verso de calidad o buenos relatos...
Me gustaría que los libros que siembran teorías ligadas al presente con pretensión de verdad intemporal se parecieran a un melodrama (con asesinatos, sagas familiares, épica, amores inquebrantables, pelusa debajo del sofá...) o que dieran risa.
Hace dos semanas leí Disfruta la vida sin cargarte el planeta. Subtitulado: Claves para vivir bien en tiempos de crisis. El subtítulo ya desprendía un tufillo sospechoso. Está editado por Los libros del lince (2009) y los editores que reúnen artículos de otros en el libro son Andrew Simms y Joe Smith. Algunos articulistas juegan con el humor, no son tontos. Quizá comprenden que dentro de 30 ó 40 años, si alguien lee el libro, sólo le quedará la risa y el encanto de la vergüenza ajena.
En la página 244 llegan los planes de acción de Smith y Simms (que tanto monta, monta tanto, Smith como Simms):
"PLAN DE DIEZ PUNTOS PARA DISFRUTAR TODOS LA VIDA SIN CARGARNOS LA TIERRA"
Copio los diez epígrafes sin su desarrollo:
1. Erradicar la pobreza y el hambre extremas.
2. Mejorar la asistencia médica.
3. Condonar la deuda.
4. Cambiar de valores.
5. Potenciar vidas con sentido.
6. Dar poder a la gente y fomentar el buen gobierno.
7. Determinar unos límites ecológicos y elaborar una política económica que se ciña a ellos.
8. Planear sistemas orientados al consumo y la producción sostenibles.
9. Afrontar el cambio climático.
10. Medir lo que importa.
"PLAN PERSONAL DE DIEZ PUNTOS PARA DISFRUTAR LA VIDA SIN CARGARNOS EL PLANETA"
1. Darse un paseo.
2. Disfrutar las cosas buenas.
3. Tener menos, hacer más.
4. El tiempo no es dinero.
5. Mirar positivamente el futuro y hacer planes.
6. Reducir, reutilizar, reparar y reciclar.
7. Reducir el uso de energía sucia.
8. Vivir con autenticidad.
9. Desarrollar la creatividad.
10. Comer bien.
Descubro la calvicie detrás de mi oreja y me aguanto las ganas de unos veinte comentarios irónicos (o sarcásticos). ¡Ah!, si Moisés levantara la cabeza y viera qué vocaciones decaloguistas dejó en el "Planeta".
P.D.: Puestos a leer, prefiero El arte de nadar. Me reí más y sólo tiene 30 páginas.
Publicado el 24 de marzo de 2009 a las 10:30.