El Goncourt de Houellebecq
Archivado en: Houellebecq, Goncourt, alfombras, La carta y el territorio, Las partículas elementales, García Obregón
Hay una constante en la literatura francesa del siglo XX en la que Michel Houellebecq (1958) es el último exponente de ese siglo (en este XXI ya debe de ser el penúltimo), me refiero a la figura del enfant terrible dedicado a levantar la alfombra y señalar a sus coetáneos los muertos escondidos y malolientes. En esta literatura incómoda de la crítica/muladar, seguro que la memoria de los lectores encontrará autores y obras señeras.
Houellebecq empezó así con Ampliación del campo de batalla (1994), pero Las partículas elementales es el emblema de esta literatura francesa del último tercio del siglo XX. Sin embargo, en 1998, los muchachos del Drouant dejaron la novela de Houellebecq como finalista del Goncourt y premiaron Confidence pour confidence. (¿Quién dijo que el mejor premio de literatura de Francia tiene el mejor jurado?).
La anécdota de 1998 es sólo un desliz. Sorprende cómo los franceses valoran todavía a sus escritores. En España, en cambio... Antes, en España, un novelista te solucionaba un roto y un descosido, era el clásico invitado que en la radio, en la televisión o en el borde de la piscina podía hablar de música pop, del conflicto del Congo y hasta del descubrimiento del SIDA. Pero ese tiempo ya fue. Quizá porque nuestros escritores eran/son malos; quizá porque nuestros escritores sólo levantan alfombras polvorientas por el paso del tiempo (Guerra Civil y Franquismo); quizá porque critican lo que hay que criticar, lo políticamente correcto; quizá porque saben escribir muy bien, pero no saben hablar con soltura; o porque son feos para la televisión (o el borde de la piscina); quizá porque la misma falta de lógica que aupó a los novelistas como sabelotodos los sustituyó por futbolistas, actores guapos, modelos, amantes de la señora García Obregón y comentariastas del corazón... Sí, hay mucho "quizá".
El caso es que Anagrama publicará pronto El mapa y el territorio para los electores en español. Y, en este caso, la espera parece prometedora.
Publicado el 10 de noviembre de 2010 a las 11:00.