Carta de presentación
En una práctica de escritura expositiva, los alumnos universitarios de primer curso de Comunicación de una facultad montevideana deben escribir una carta de presentación en la que se postulan como profesores de esta materia de escritura para el próximo curso. Me envían la carta por correo electrónico. Aunque yo no soy su profesor, sí decidiré quién “será” el profesor del año que viene.
En una tarde se me llena el correo de mensajes con cartas de presentación. Hay una repetida. La alumna ha enviado dos mensajes en vez de uno (reduciré los nombres propios a una inicial y omitiré los saludos de despedida después de cada correo):
Segundo mensaje de C.
Asunto: Carta de presentación (bien)
La anterior tenía un fallo, disculpen, gracias.
Mi respuesta:
No, no se disculpa, C. Si mandas una carta de presentación, se recibe la primera y chau. La gente no está para perder el tiempo con varios mensajes.
Tercer mensaje de C.
Asunto: Carta de presentación (bien)
La anterior tenía un fallo, disculpen, gracias.
[El fallo consistía en que no adjuntó la dichosa carta de presentación].
Mi segunda respuesta.
Y ahora ya mandas el correo con el documento adjunto. (¡Antes no!). ¿Qué empresa sin ganas de perder el tiempo se esforzaría en comprender esto? ¿No ves que así cuentas mucho más de ti misma que en la propia carta? Yo nunca contrataría a alguien que se maneja así...
Cuarto mensaje de C.
Asunto: Carta de presentación (bien)
jajaja Pero yo no queria volver a mandarla, L [el profesor, el corchete es mío] me dijo que lo hiciera, el único error que tenía era que no había justificado la letra. De cualquier manera, no siempre las cartas de presentación se mandan por mail y no siempre se justifica la letra, esos son riquisitos de la universidad. Además, pedi disuculpas y mande nuevamente el mail, únicamente como alumna que envía la tarea al profesor, no como futura trabajadora de la empresa.
(Ya no hay respuesta por mi parte).
Publicado el 1 de septiembre de 2009 a las 17:00.