Cumbres literarias y veraniegas para lectores nuevos
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Como prometí, vuelvo a las preferencias de los jóvenes lectores universitarios. Escribí que la brevedad de los textos es una ventaja para estimular la lectura de los nuevos lectores. Los jóvenes prefieren un texto breve, sí, pero hay dos aspectos que no se pueden marginar: el efecto conquista y el género.
El efecto conquista
Escribo esto después de pasar diez días en los Pirineos subiendo montañas. Un joven lector es capaz de leer páginas y páginas si encuentra un libro que le gusta. Y se produce en él algo que los montañeros conocen bien, ese efecto de conquista, de logro de una cima. Y luego pueden decir "yo leí…" a sabiendas de que pasar de las 300 páginas es como pasar un 3.000. (La comparación es evidente: las 800 páginas marcarían la barrera de los míticos 8.000 del Himalaya). La barrera de los 800 o sus cercanías suelen corresponder a los bestsellers y al verano. Se da la paradoja, pues, de que en muchas ocasiones el lector novel dedica mucho tiempo y esfuerzo para leer un libro con receta de bestseller: facilón, escrito con unas pautas, lleno de trucos para que se lea. Haber ascendido hasta ahí, llegar hasta la última página pasando por todas las demás, hace que el libro ya le parezca buenísimo. Por ejemplo, El código Da Vinci. ¿Cómo va a decir alguien no acostumbrado a leer que después de 666 páginas (y que tanta gente ha leído y ha dicho que es buenísimo) el libro es malo?
Sí, 666 páginas (Books4pocket, 2007).
La conquista convierte mediocres bestsellers en libros magníficos. Propongo llamar a este efecto "La montaña mágica", en homenaje a la novela homónima de Mann.
El género
Las cumbres son novelas. Los jóvenes lectores prefieren la novela antes que cuento. Es una manía de los lectores veteranos intentar iniciar a los lectores con colecciones de cuentos. Hace unos años eran Cortázar o Borges, hoy podrían ser Carver o Homes. Los lectores novatos se quedan perplejos: no entienden los cuentos (escritos por condensación para lectores maduros y que implican un gran esfueeeeeerzo y, además, sienten una gran frustración cuando descubren que cambian los personajes, la historia, el escenario… Todo cambia en la siguiente historia, en el siguiente “capítulo”. Aceptémoslo, el cuento es, con la buena poesía, uno de los géneros más difíciles de leer. Por seguir con la comparación montañera, es como obligar al montañero novato a subir muchas cimas menores consecutivas en un tobogán que nunca tiene un premio considerable, una cima clara. El libro de cuentos contemporáneo es un "trekking" sin triunfos aparentes en las cumbres. Se me dirá que los nuevos lectores hoy están educados por las historias de la televisión. Historias episódicas de teleserie, muchas cosas en poco tiempo. Y con esa publicidad que interrumpe la historia y les permite desconectar un momento. Que eso invita al "trekking" literario, al relato brevísimo. Que no hace muchos años, los profesores con buen rollito ponían una película en clase para ejemplificar algo… (Y era un descanso para los universitarios. Se escuchaba el clamor: ¡Qué bien, una peli!). Que hoy los profesores con buen rollito llevan fragmentos de películas (¡Bendito sea el DVD!) y anuncios de publicidad, y series de televisión. El profesor creerá en la plaga de la mosca tse-tsé si corre el riesgo poner Ciudadano Kane o Casablanca (¡en blanco y negro! ¿Cuánto dura?); perderá a sus alumnos con Blade Runner. Tal vez..., ¿pero si se acompaña al lector en la aventura?, ¿y si se desafía al lector? El alumno que acomete el ascenso de la lectura querrá llegar a una cima evidente. La colección de cuentos no da esa sensación de conquista y cuando el lector novato sostenga en las manos una de esas antologías de cuentos con el título “Cuentos Completos”, sospecho que verá una especie de enciclopedia de historias difíciles; una cordillera, no una cima clara. El "trekking" interminable. ¿Preferirá dedicar 10 días al “trekking” o diez días a un 8.000? Pues eso: Ana Karenina, Crimen y castigo, El conde de Montecristo, Las correcciones...
P.S.: Entiendo que todos los nuevos lectores no están poseídos por la épica de la altura. Así que recuerdo que, unas entradas antes, en este mismo blog, apareció una buena lista de novelas breves. Que las disfruten.
Publicado el 9 de julio de 2009 a las 15:45.