Todos los que defienden que la Liga española no es cosa de dos, deberían echar un ligero vistazo a los resultados de Madrid y Barça en campos en los que antes no era un accidente dejarse puntos. Sin ir más lejos, el equipo de José Mourinho lleva dos temporadas llevándose la victoria del Sánchez Pizjuán, con un balance desolador para el Sevilla: doce tantos a favor de los merengues, por cuatro de los hispalenses.
En medio de debates sobre si la Liga está o no perdida, llega la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, un partido trampa para el Real Madrid que, si bien debería hacer valer el 0-1 de la ida, tiene mucho que perder en este encuentro.
El Sevilla será un buen rival para comprobar hasta qué punto ha calado en el ánimo de los jugadores merengues la derrota encajada en Pamplona. El campeonato de la regularidad está muy lejos, pero ahora toca pensar en otro torneo que en los últimos años ha sido maltratado por el club.
En lo que va de siglo, los blancos sólo han llegado a dos finales coperas con idéntico resultado: dos derrotas. En medio, eliminaciones dolorosas ante equipos de Segunda B como Toledo, Alcorcón y Real Unión; goleadas ante el Real Mallorca y el Zaragoza y traspiés inesperado como el del Betis en la 06-07. En total, siete años sin pisar una final copera, demasiado tiempo para un club tan grande.
Esa debería ser una de las grandes razones por las que los blancos dieran la cara esta noche. La otra es demostrar que de verdad tienen carácter para jugar en este equipo. Después de las críticas y las derrotas es el momento de salir a demostrar por qué están en este club. Para más dificultad, enfrente estará un rival que se lo juega toda a una carta. Sin Copa, a los hispalenses apenas les quedarán objetivos hasta el final de la temporada.
Kanouté, Luis Fabiano, Jesús Navas... el Sevilla tiene argumentos de sobra para dar la vuelta a la eliminatoria. El 0-1 de la ida debería ser suficiente para llegar a la final, pero esto es la Copa y los pronósticos valen de muy poco. Pasar de ronda parece obligado, pero una remontada sevillista podría dar la puntilla a un equipo que está tocado físicamente. Ahora sólo queda por comprobar si también lo está moralmente.
El mayor pulso que recuerda el fútbol español se decide este sábado tal y como ha afirmado Pellegrini. El chileno sabe que si al Barça tiene una posibilidad de pinchar esa reside en el Sánchez Pizjuán. Apostar por un fallo en un Camp Nou a rebosar con los azulgranas dependiendo de sí mismos, se debe de pagar realmente bien en las casas de apuestas.
Llegados a este punto, al Madrid no le queda otra que hacer los deberes y rezar. Sacar los tres puntos en el Bernabéu es una norma de obligado cumplimiento para iniciar con buen pie la guerra psicológica. Los transistores jugarán un papel fundamental. Si desde las ondas se canta un gol del máximo rival cuando el marcador no te favorece, los nervios pueden atenazar a cualquiera.
Ya hay precedentes de casos similares. Malos para los pesimistas como las Ligas de Tenerife y buenos como el día del 'Tamudazo'. El Madrid no debe caer en la trampa de pensar sólo en Sevilla ya que enfrente estará el Athletic, un equipo que también se juega acceder a la Europa League.
Todo puede pasar. Noventa minutos que servirán para poner un aprobado o un suspenso rotundo en la temporada blanca. Lo curioso de esto es que esa nota depende en gran parte del Sevilla. Confiaremos en que Negredo recuerde su pasado blanco.
Desde hace unos meses, en concreto desde el batacazo en Copa ante el Alcorcón, las decisiones de Pellegrini siempre son objeto de discusión. En un país donde a todos nos encanta hacer las veces de entrenador, siempre usamos un criterio ventajista para juzgar la labor del chileno, amparándonos en los resultados o influenciados por algunos medios que tienen como misión desacreditar a Pellegrini.
El sábado, el entrenador madridista volvió a apostar por un centro del campo que para nada era novedoso: Lass, Xabi Alonso, Marcelo y Kaká. El dibujo era exactamente el mismo que el utilizó el Madrid en partidos de altura de esta temporada. En Milán, en Valencia y en Barcelona, el conjunto blanco ya jugó así y muchos, seguidores y detractores, coincidieron en señalar que la apuesta era la adecuada.
Pero llegó el partido ante el Sevilla y con 0-2 en el marcador, Pellegrini miró al banquillo y pensó, ¿qué necesito? Con Higuaín y Cristiano jugando realmente bien, la única línea susceptible de cambios era el centro del campo. Lass se fue a la ducha y Marcelo ocupó el puesto de Arbeloa. Entonces, Guti y Van der Vaart fueron los encargados de dirigir la avalancha blanca.
Ahora muchos piensan que el chileno se debería haber dejado de tonterías y apostar por este once desde el inicio, pero poniéndonos en la piel de Pellegrini hay que pensar varias cosas. La primera de todas es que muchas veces hay que contar con un plan 'B' en el banquillo y si Guti y VdV hubieran sido titulares, ¿quién hubiera jugado ese papel? además, me identifico más en el lado de los 'Gutistas' que de los 'antiGuti', pero hay que reconocer que el '14' tiende a liarla en las segundas partes y el Sevilla ya dio fe de ello hace tres temporadas:
Por todo esto, como siempre, pido un poco de reflexión y no dejarnos llevar por el ventajismo de un marcador que vuelve a abrir la Liga. Las cartas hay que jugarlas en el momento oportuno y eso fue justamente lo que hizo Pellegrini el pasado sábado.
Corría el mes de octubre y el Madrid sólo conocía la victoria. La afición echaba de menos algo más de juego combinativo, pero mientras los resultados acompañaban nadie pensó en que este equipo necesitaba tiempo para terminar de conformarse.
Y llegó la visita al Sánchez Pizjuán y surgieron las primeras críticas. Marcelo dejó patente que no es lateral izquierdo, Jesús Navas se confirmó como uno de los grandes jugadores del campeonato, Casillas hizo otro milagro y nos dimos cuenta que sin Cristiano Ronaldo este equipo es muy distinto.
Pese a todo, este Sevilla de ahora no se parece en mucho al del encuentro de ida. Le cuesta mucho sacar los partidos en casa y está teniendo muchas lesiones. Encaja pocos goles más por mérito de Palop que de su defensa y en el centro del campo adolece de un creador. Eso sí, arriba tiene dinamita. Kanouté, Negredo, Navas...son jugadores como para estar preocupado, sobre todo en los contragolpes, el arma que prepara Jiménez.
Creo que es el primer examen serio para saber si este equipo aspira a la Liga y sobre todo, para conocer si el miércoles contra el Lyon hay motivos para la ilusión.
Publicado el 5 de marzo de 2010 a las 15:45.
Francisco Quirós
De punta en blancoes un blog escrito por Francisco Quirós Soriano (Ávila, 1982), responsable de la sección de Deportes del semanario 'Gente'. Esta bitácora pretende ser un punto de encuentro para para los seguidores del Real Madrid y del fútbol en general. Bienvenid@