El fin de la era Laporta llegó y el Barça se prepara para la llegada de otro presidente. Los pronósticos no se equivocaron y Sandro Rosell tomará el testigo del hombre que convirtió al Barcelona en "més que un club", es decir, en un club de fútbol con claras connotaciones políticas.
Pero como agua pasada no mueve molinos, no vamos a entrar a valorar la trayectoria de Laporta, sino que es hora de centrarse en las posibilidades del nuevo presidente. En primer lugar, hay que decir que con la salida del anterior presidente, la llegada de Cesc Fábregas puede estar más lejos... o no. Laporta quería una foto con Villa y el todavía capitán del Arsenal como epílogo a su mandato. Finalmente, se quedará con las ganas, aunque tampoco hay que olvidar los lazos de Rosell con la marca Nike. Gracias a eso, Ronaldinho se vistió de azulgrana.
Más allá de los posibles fichajes de Rosell, quien ya dijo en campaña que el club tiene una deuda muy grande (si es coherente, no debería contratar a nadie más); desde la perspectiva del Madrid se abre una época un tanto dura. A Rosell se le acusa de no hablar con los entrenadores y realizar fichajes siguiendo el modelo Florentino Pérez, es decir, tirando de talonario para traer a cracks cueste lo que cueste. Por tanto, al equipo blanco le puede a salir un competidor a la hora de fichar a los 'galácticos' de turno.
En el lado opuesto hay que decir que, pese a que las relaciones entre ambos clubes eran cordiales, las personas más allegadas a Rosell pintan un perfil del nuevo presidente que huye de las declaraciones altisonantes y que no lanzará más dardos envenenados hacia el Bernabéu. Sólo el tiempo dirá si es otro actor con el mismo guión o no.
Publicado el 14 de junio de 2010 a las 14:15.