Las heridas que deja la final Real Madrid-Olympiacos
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Lo han vuelto a hacer. Por segundo año consecutivo, el Olympiacos llegaba a la Final Four de la Euroliga como un auténtico outsider. Casi nadie le daba opciones siquiera de doblegar en las semifinales al ogro CSKA de Moscú, pero a base de juego colectivo, de una defensa asfixiante y de la inspiración de Spanoulis los helenos han conservado su corona continental. Una lección para todos: los equipos no se crean a base de talonario, sólo a través de trabajo y talento. Todos, absolutamente todos los jugadores de Olympiacos saben cuál es su rol y, lo más importante, además tienen interiorizado como dogma de fe que el papel de cualquier compañero es clave, ya sea a través del liderazgo de Spanoulis o de los minutos de calidad que siempre aporta Perperoglou.
Publicado el 13 de mayo de 2013 a las 08:45.