El proyecto del Real Madrid para la temporada 2012-2013 echa a andar este lunes con muchas expectativas y muy pocas caras nuevas. A falta de concretarse el fichaje de Luka Modric y de la incorporación de los internacionales blancos que disputaron la Eurocopa, José Mourinho tiene desde ayer un motivo más para sonreír: el mejor jugador del último Europeo sub-19 actúa en el filial merengue.
Después del 0-3 de la ida, el Real Madrid Castilla tenía dos vías para certificar su ascenso a Segunda División. Por un lado, podría esperar al Cádiz, dejando que el equipo de José González llevara el peso del encuentro. Por otro, el filial blanco tenía la alternativa de tirar de galones y plasmar una vez más ese fútbol de altura que lo ha llevado a la categoría de plata. En el libro de estilo de Alberto Toril sólo tenía cabida la segunda opción.
Han pasado cinco años desde que aquella brillante generación de jugadores que integraba la plantilla del Real Madrid Castilla consumó el descenso a Segunda División B. Diego López, Callejón, Negredo, Miguel Torres, Borja Valero, Javi García, De la Red, Granero, Mata...Aún hoy cuesta entender cómo ese equipo con tanto potencial no logró mantener la categoría. Desde entonces, la trayectoria del filial blanco ha sido un quiero y no puedo, con tres fracasos consecutivos en la liga regular, ya que los jóvenes jugadores madridistas jugaron su primera fase de ascenso el año pasado.
Poco o casi nada ha cambiado en la filosofía del Real Madrid Castilla respecto a la pasada temporada. El filial blanco no logró el reto del ascenso, pero a pesar de eso y de la marcha de jugadores importantes como Fran Rico, Juan Carlos y Sarabia, el equipo de Alberto Toril sigue por la buena senda aunque resultados como el de La Roda inviten a pensar lo contrario.
Cuando se está a punto de cumplir un año del mayor éxito en la historia del fútbol español, somos pocos los que recordamos que, tal vez, la primera piedra de ese triunfo se sentó en 1999 con la conquista del Mundial sub-20 en Nigeria. Este torneo es para la FIFA el segundo en importancia, sólo tras el Mundial absoluto, por lo que en cada edición no es extraño que muchos equipos utilicen esos torneos para descubrir a nuevos talentos.
El pulso que mantienen en la Liga Real Madrid y Barcelona parece haber derivado en las últimas semanas en una de las comparaciones más odiosas. Se ha caído en la tentación de usar el eslogan de 'cantera contra cartera' cuando el resto de equipos de Primera nunca aspirarían a pagar 40 millones por David Villa o 32 por Dani Alves.
Cierto es que la base del actual equipo de Guardiola tiene ADN de La Masía, pero como he dicho en anteriores ocasiones, esto es como una buena cosecha de vino: el resultado depende del año y de muchos factores. Con los debuts de Sarabia y Morata en el primer equipo blanco algunos se han apresurado a decir que la factoría de Valdebebas no tiene nada que envidiar a ninguna otra. Tal vez tengan razón. El problema está en la gestión que se hace de esos jugadores.
Las necesidades y las circunstancias han llevado a Mourinho a fijarse en la plantilla del Castilla, en especial en sus delanteros. Pablo Sarabia es un hábil extremo, con una calidad inmensa, pero al que aún le falta madurez en algunos aspectos como por ejemplo, en el plano físico. Pese a todo, me parecería más inteligente apostar por él la próxima temporada que en recuperar al alocado Drenthe.
Parece que los informes de Karanka sobre las jóvenes generaciones van surtiendo efecto. Sin embargo, aún espero que se cumpla la petición del ex defensa vasco y que 'Marca' publicaba a bombo y platillo días atrás. Fue precisamente esa noticia la que me lanzó a buscar más información sobre un jugador que ya me dejó boquiabierto con la sub-17.
Busco en las estadísticas del Castilla y no encuentro nada. "Aún no es mayor de edad, un hándicap para jugar en Segunda B", pensé. Prosigo mi trabajo de documentación mirando en el Real Madrid C del grupo VII de Tercera División. Agua. Mi sorpresa llega a cotas insospechadas cuando contemplo que aún juega en el Juvenil A.
En ese momento entiendo que las comparaciones con la cantera del Barça sí tienen lógica: cuando salen buenos futbolistas, los mecanismos oxidados no reaccionan para que dispongan de su oportunidad en los primeros equipos.
Hay veces en las que se critica la labor que realiza el Real Madrid con su cantera. Más allá de las escasas oportunidades que se les da a los jugadores surgidos de la 'Fábrica', un vistazo rápido a las categorías inferiores de la selección española y a las plantillas de Primera sirve para que algunos se traguen sus palabras.
En estos días, sin fútbol de élite que llene todos los informativos, se está celebrando el Europeo sub-17. España tiene grandes posibilidades de volver a levantar un título en el que siempre le ha ido bien. Esta generación que está jugando en Liechtenstein cuenta con grandes jugadores: el central del Athletic Jonas Ramalho, el delantero del Valencia Alcacer... pero la buena noticia para los madridistas lleva el '7' a la espalda y se llama Jesé Rodríguez.
Llegó a la cantera blanca de la mano del ojeador que tiene el Madrid en Canarias, Sixto Alfonso, que vio en este punta cualidades de sobra para llegar lejos en el club blanco. Jesé dejó el Huracán de Gran Canaria para iniciar su gran aventura deportiva en Madrid.
Sólo tiene 17 años, pero pinta muy bien. Es uno de esos jugadores que te llaman la atención nada más verle, tiene buena presencia física, pero lejos de ser un 'tanque', Jesé es eléctrico y muy habilidoso. Como siempre, habrá que darle tiempo y dejarle crecer, pero todo apunta a que estamos ante un jugador especial.
Publicado el 21 de mayo de 2010 a las 18:15.
Francisco Quirós
De punta en blancoes un blog escrito por Francisco Quirós Soriano (Ávila, 1982), responsable de la sección de Deportes del semanario 'Gente'. Esta bitácora pretende ser un punto de encuentro para para los seguidores del Real Madrid y del fútbol en general. Bienvenid@