El parón liguero por los partidos de las selecciones suele ser aprovechado por los entrenadores para cubrir las vacantes de los internacionales dando una oportunidad a varios canteranos. Esta semana esa suerte cayó del lado de Enzo, un interior izquierdo que juega en el Juvenil C del Real Madrid. Hasta aquí, todo normal. El problema surge cuando se descubre que el chaval se apellida Zidane y que nada más salir del entrenamiento la gente sólo se limita a preguntar por las similitudes con su antecesor.
Esto iba a servir de inspiración para escribir un post, pero he caído en la cuenta de que ya hice algo parecido meses atrás, así que para no ser redundante y hacerles perder el tiempo dejo un enlace a dicho post:
La ausencia de Liga este fin de semana ha dado para que algunos descubran las enormes cualidades futbolísticas de un canterano madridista llamado Enzo. Hasta aquí nada sería extraño sino fuera porque este joven es hijo del gran Zidane. Como era previsible, al chaval no han tardado en colocarle unas expectativas tan altas que harían fracasar al 90% de los mortales.
Sólo estuvo cinco temporadas en el Real Madrid, pero la huella que dejó Zidane en el Bernabéu es muy profunda. Bueno, también en la selección francesa. Esta añoranza de Zizou ha llevado a pensar a que Enzo, su primogénito, será su heredero natural dentro de unos años tanto en el equipo merengue como en el combinado 'bleu'. Bastan un par de vídeos de 'Youtube' para comprobar que todos estos halagos hacia el joven no son falsos, pero hay que tener mesura antes de hablar de un futuro crack mundial.
Como reza el cartel colocado a la entrada del bloque número 4 del campo de Auschwitz I, quien no conoce su historia está condenado a repetirla. Por eso, quiero recordar casos como el de Jordi Cruyff, un jugador por el que un día se enfrentaron la federación española y la holandesa para que el hijo de Johan vistiera una u otra camiseta. Al final, Jordi acabó hundiéndose ante la presión del apellido que lucía en su camiseta. Ni en el Barça, ni en el United se le valoró por sus prestaciones como Jordi sino por no llegar a ser como Cruyff.
Otro caso más reciente es el de Adrián González y Míchel. En las categorías inferiores del Madrid se apostaba fuerte por este centrocampista zurdo pero luego no tuvieron muchos problemas para venderle al Getafe. Allí se le exigía un poco más por ser hijo del entrenador y por el listón tan alto que dejó su padre.
Son sólo algunos ejemplos que sirven para corroborar que a Enzo hay que darle tiempo, dejarle que madure y que se haga futbolista. Si el día de mañana llega a la élite, bienvenido sea, pero nunca hay que perder de vista que Zidane sólo ha habido uno, aunque éste fuera su padre.
Publicado el 6 de septiembre de 2010 a las 16:00.
Francisco Quirós
De punta en blancoes un blog escrito por Francisco Quirós Soriano (Ávila, 1982), responsable de la sección de Deportes del semanario 'Gente'. Esta bitácora pretende ser un punto de encuentro para para los seguidores del Real Madrid y del fútbol en general. Bienvenid@