Diez años sin la magia de Dubovsky
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El 23 de junio de 2000 toda la ciudad de Oviedo se estremecía con el conocimiento de un trágico suceso acaecido a miles de kilómetros de allí, concretamente en la ciudad tailandesa de Surat Thani. El jugador del Real Oviedo Peter Dubovksy había fallecido tras precipitarse por la catarata de Koh Samui. Su número fue retirado temporalmente y todo el club sintió profundamente la pérdida.
La carrera de Dubovsky fue la de muchos jugadores procedentes de Europa del Este en la década de los '90. Por aquel entonces, las imágenes de sus jugadas y goles quedaban reservadas para unos pocos privilegiados que disponían de parabólica. Uno de esos debía ser un cargo importante en el Real Madrid, el club que se hizo con sus servicios en 1993 con la garantía de fichar a una gran promesa.
Sin embargo, el internacional eslovaco vivió de primera mano la trituradora de estrellas en la que se había convertido el club madridista. Spasic, Prosinecki y Hagi, otros tres futbolistas procedentes del Este ya sabían a lo que se enfrentaba el bueno de Peter. Su irregularidad y frialdad sobre el terreno de juego provocaron su salida con destino a Oviedo.
Al igual que Prosinecki, el club asturiano hizo una gran operación y dio el cariño y comprensión que necesitaba el jugador. Sobre el césped del Tartiere, Dubovsky dejó grandes jugadas aunque salpicadas con otras actuaciones más grises. La afición oviedista sabía que se trataba de un jugador capaz de desesperarte o de hacerte levantar de tu asiento en el momento menos esperado. Allí dejó un recuerdo imborrable, dentro y fuera del terrno de juego.
Era un jugador diferente. Hace diez años Dubovsky se marchó para siempre, pero en nuestras memorias quedará su mejor legado: su fútbol.
Publicado el 23 de junio de 2010 a las 15:00.