Hampden Park y los recuerdos de Casillas en la conquista de la 'novena'
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Dicen que el fútbol siempre da segundas oportunidades. De ello puede dar fe Iker Casillas. Llegó al primer equipo blanco en la temporada 98-99 y sus comienzos fueron fulgurantes. Rápidamente dejó a Illgner y Bizarri en un segundo plano y al año siguiente levantó su primera Copa de Europa. Sin embargo, a finales de la 2000-2001 ya comenzó a destapar algunas dudas en su rendimiento como el gol que encajó en las semifinales de la Champions ante el Bayern.
Los presagios se hicieron realidad y el portero mostoleño pasó a ser un suplente de lujo en el segundo tramo de la temporada 2001-2002. Se hablaba de malas compañías fuera de los terrenos de juego, de hábitos poco saludables, pero lo único qie se sabe a ciencia cierta fue que Iker bajó su rendimiento y un guardameta de la calidad de César Sánchez se hizo con el puesto.
Un 15 de mayo de 2002, el Madrid llegaba a su tercera final de Champions League en cinco ediciones. César fue el elegido por Del Bosque. El guardameta extremeño había devuelto la seguridad a la defensa blanca pero el infortunio se cebó con él cuando tuvo que abandonar el césped de Hampden Park por una inoportuna lesión.
De manera inesperada, Casillas debía salir de su letargo para disputar los últimos minutos de una final en la que el Leverkusen se volcaba sobre el área madridista en busca de un gol que llevase el partido a la prórroga. Basturk puso a prueba en primera instancia al madrileño que resolvió despejando a córner. Una primera parada para coger confianza ante un rival volcado y con el césped como enemigo por la intensa lluvia caída. Después llegaría lo mejor. Dos paradas en apenas un minuto, la primera prodigiosa ante un remate de Berbatov que llevaba aroma de gol. Unos segundos después, el árbitro pitaba el final del partido y Fernando Hierro levantaba la novena Copa de Europa del Real Madrid.
Con los años se ha ido quedando solamente en la memoria el maravilloso gol de Zidane. Sin embargo, los abrazos a Casillas y las lágrimas del mostoleño nada más acabar el partido demuestran que ese día hubo otro actor que aunque tenía un papel secundario acabó siendo decisivo. A partir de aquí comenzó la segunda parte de la leyenda de quien hoy es el mejor guardameta del planeta fútbol.
Publicado el 11 de octubre de 2010 a las 11:15.