El músculo por encima del talento
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Finalmente la noticia se confirma y Lassana Diarrá ya es jugador del Real Madrid. "No quiero que me llamen Diarrá II" afirmó el galo en su presentación. Desde luego no sé si debemos llamarle así o 'Lass' como a él le gusta, lo cierto es que su papel parece ser el mismo que el ex del Lyon.
Leo atónito que la operación se cerró en torno a los 20 millones de euros. En los tiempos que corren, muchos equipos no escatiman en gastar dinero en este tipo de jugadores. Casi todos los entrenadores fijan como 'imprescindibles' a esos medio centros rocosos en los que se miran más los kilómetros que recorren que los pases que dan. Mala noticia para el fútbol.
Es cierto que este tipo de jugadores son necesarios, pero en el Madrid sólo han tenido cabida cuando se marchó un jugador con mayúsculas: Fernando Carlos Redondo. Él lo aunaba todo: recuperación, presencia física, toque, distribución, jerarquía...ahora parece que para hacer todo eso hacen falta dos jugadores.
No entiendo nada. Hace unas días el Madrid se planteó fichar para la banda derecha a Ashley Young, el jugador del Aston Villa. No lo voy a ocultar, la noticia me causó alegría e incluso algo de euforia...pero cuando leo que 30 millones les parecen caros empiezo a creer que la operación no llegará a buen puerto. Vale, los jugadores británicos son una incógnita cuando salen de las Islas, pero, ¿por qué se pagan 20 millones con los ojos cerrados por Diarrá y Young parece muy caro por poco más? Enigmas del fútbol actual. Si de mí dependiera, no lo duden, Young vestiría de blanco inmediatamente. Si no les parece suficiente con mis razonamientos, les emplazo a leer al gran Axel Torres, el mejor periodista de fútbol internacional de la actualidad. Palabras mayores.
Publicado el 22 de diciembre de 2008 a las 20:45.
