Almería-Real Madrid: como si fuera ya el final de la Liga
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Quedaban diez minutos para el final del partido en los Juegos Mediterráneos. La lógica decía que con un poco de paciencia, el Real Madrid se llevaría los tres puntos de un estadio donde el Barcelona sacó una escandalosa goleada por 0-8. Sin embargo, el esquema de los blancos se había roto por completo. No parecía el final de un encuentro de la 19ª jornada de Liga, sino de la 38ª.
El caos se apoderó del cuadro merengue, incluido un Iker Casillas que protagonizó un incidente con Vargas nada más concluir el partido. Mourinho contribuyó a la causa de forma notable. Quitó a Marcelo, el único jugador capaz de dar amplitud por fuera al equipo, para atascar aún más el partido por el centro.
El técnico portugués mandó un nuevo aviso para navegantes dejando a Benzema en el banquillo. Le hace falta otro '9', o mejor dicho, un '9' de verdad. Poco tardó Valdano en contestarle: "Había un 9 en el banquillo". Tengan la razón uno u otro, el que sale perdiendo es el club que además de dar una imagen esperpéntica de cara al exterior sigue dejando entrever una planificación de la plantilla cuanto menos criticable.
Con todos estos ingredientes era complicado que los blancos sacaran los tres puntos. Para colmo, sólo pocos minutos después el Barça sacaba con una tranquilidad insultante su partido ante el Málaga. La diferencia entre los dos 'grandes' es ahora de cuatro puntos. Si los culés siguen con ese ritmo acabaran por dar la razón a los jugadores merengues: el de Almería era un partido digno de un final de Liga.
Publicado el 17 de enero de 2011 a las 18:30.
