Arbeloa y Sergio Ramos, las piezas en su sitio
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Mientras el debate entre los aficionados del Real Madrid se centra en si pueden jugar juntos Kaká y Özil o si Higuaín debe reemplazar a Benzema en el once; me parece oportuno hacer una reflexión sobre la posición táctica de dos jugadores habituales no sólo en el club blanco, sino también en la selección.
Sergio Ramos y Álvaro Arbeloa son dos jugadores que cuentan con la confianza de José Mourinho. Uno, el exjugador del Sevilla, es fijo en el once; el otro, canterano fogueado en el Deportivo y el Liverpool, tiene un papel relevante gracias a su polivalencia. Salvo lesión o sanción de Marcelo, parece que la presencia en la alineación de uno de estos debe suponer la suplencia del otro, pero esto no sucede siempre e incluso la lógica dicta que esa situación deje de ser habitual.
Ya pasó en la final de Copa del Rey. Mourinho puso a Pepe en el centro del campo para anular a Messi que actuaba como falso '9'. Con ello, pensó en Arbeloa, un jugador con experiencia como central marcador, para frenar las diagonales de Villa y en Sergio Ramos como pareja de Carvalho para solventar los problemas de velocidad que tiene el internacional portugués y además poder hacer el 2x1 con Arbeloa contra Villa. La jugadada no le salió mal a Mourinho y el futuro a corto plazo de la zaga blanca puede pasar por una solución similar.
Carvalho acaba contrato el próximo 30 de junio y la fecha de nacimiento que aparece en su DNI invita a pensar que el club podría no ofrecerle una renovación que por el rendimiento de la pasada temporada parece lógica, aunque ésta sólo sea por una temporada. Aunque Albiol y Varane han disfrutado de minutos en la presente temporada, no sería descabellado pensar en un eje con Pepe y Ramos como pareja y Arbeloa de lateral. A la experiencia del sevillano y el salmantino habría que sumarle un dato importante que hace ganar enteros a esta opción en los partidos de calado: mientras que a Ramos se le exige una contribución en ataque que no acaba de llegar, a Arbeloa la grada le perdona sus renuncias ofensivas, tal vez por su perfil más defensivo.
Las limitaciones con las que se encuentra Arbeloa jugando a banda cambiada se unen a la seguridad que da Sergio Ramos en la parcela defensiva cuando actúa como central. Sin necesidad de aparecer en las zonas de ataque, Ramos no descuida su área y eso le facilita marcar con más acierto a los delanteros rivales, una asignatura que parece más que superada por Arbeloa. Con ellos dos, Mourinho tiene muchas variantes para su puzzle defensivo, aunque como se vio en la final de Copa no siempre donde juegan habitualmente es donde mejor rinden.
Publicado el 10 de octubre de 2011 a las 10:00.