Valencia y Mundial sub-20, las oportunidades de Canales para reivindicarse
Archivado en: Real Madrid, Canales
Ha pasado de ser el jugador de moda en el fútbol español a encontrarse frente a uno de los momentos clave de su carrera. Sergio Canales ha sufrido en sus propias carnes la exigencia de ser una estrella, esa que te lleva a madurar en tiempo récord (ya avisaba en un post hace más de un año de los peligros de no dejar crecer al jugador) si no quieres que tu nombre pase a formar parte de esa lista de dudoso honor de eternas promesas.
Con 20 años recién cumplidos, el cántabro ya ha vivido las dos caras de la moneda del fútbol de élite. Llegó a su punto álgido con esa obra de arte en el Sánchez Pizjuán que avivó el interés de los grandes del fútbol español, una situación que llevó al Real Madrid a acelerar su fichaje. Parecía una apuesta segura. Muy fino, con una enorme calidad en su pierna izquierda y llegada a gol, parecía el recambio ideal de un Guti que ya tenía abierta la puerta de salida. Mourinho apostó por él en pretemporada y en el primer partido de Liga, pero la explosión de Özil y el regreso de Kaká le condenaron al ostracismo.
Esta temporada prometía ser igualmente complicada para Canales. Özil se ha ganado a pulso ser un fijo e incluso el recién llegado Sahin puede jugar en esa posición de enganche en la que mejor se desenvuelve el joven cántabro. La alarmante baja forma de Kaká podría hacerle albergar esperanzas de tener minutos, pero finalmente se ha cerrado su cesión al Valencia, un destino en el que se despejará la incógnita sobre si estamos de verdad ante un jugador con un futuro espléndido.
Con la más que probable salida de Mata al Arsenal, Canales puede formar un triángulo de oro con Parejo y Soldado, otros dos jugadores que ya saben lo que es tener que ganarse la vida lejos del Bernabéu. Clasificado para la Champions y con la exigencia perpetua del público de Mestalla, la oportunidad que se le presenta a Canales es ideal, aunque también supone un arma de doble filo: si no se gana la titularidad y no triunfa, el cántabro puede caer en el olvido.
Para empezar a recuperar la confianza, Canales será el faro de la selección en el Mundial sub-20 que arranca este viernes en Colombia. De su calidad e inspiración dependerán gran parte de las opciones españolas. Si recupera esa alegría y atrevimiento de los que hizo gala en el Racing, Canales volverá a la senda que le llevó a ser el jugador por el que suspiraba media Europa. Cualidades le sobran. Ahora la pelota está en su tejado.
Publicado el 29 de julio de 2011 a las 09:00.