Varane, Neymar y la escasa confianza en Valdebebas
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Cuando se está a punto de cumplir un año del mayor éxito en la historia del fútbol español, somos pocos los que recordamos que, tal vez, la primera piedra de ese triunfo se sentó en 1999 con la conquista del Mundial sub-20 en Nigeria. Este torneo es para la FIFA el segundo en importancia, sólo tras el Mundial absoluto, por lo que en cada edición no es extraño que muchos equipos utilicen esos torneos para descubrir a nuevos talentos.
Como cualquier equipo grande, parece adecuado que el Real Madrid mande a sus ojeadores a este tipo de torneos para intentar encontrar alguna perla como Souleymane Coulibaly, delantero de 16 años de Costa de Marfil. El problema parece estar en la nacionalidad del jugador. En aquel Mundial de Nigeria, España fue la selección más solvente, pero salvo Casillas, Marchena y Xavi, prácticamente ningún jugador de ese plantel se ha hecho un hueco seguro en la élite. De la defensa habitual que alineaba Iñaki Sáez, Bermudo, Coira y Jusué acabaron ganándose la vida en Segunda B; aunque quizá el caso más sangrante sea el de Pablo Couñago, máximo goleador del torneo y que ha hecho carrera en la segunda división inglesa.
Por eso, a veces queda la sensación de que lo que se ve fuera agrada más que lo que hay en casa. Si Pablo Couñago hubiera sido argentino o brasileño, media Europa se habría pegado por él en su momento. Algo parecido ocurre con Neymar, un futbolista espectacular y brillante que por el hecho de ser brasileño parece ganarse más novias aún, o lo que es lo mismo, parece ser sinónimo de garantía. Me pregunto qué pensarán Pablo Sarabia y Jesé Rodríguez, dos jugadores con un potencial espectacular, pero cuya única diferencia con Neymar reside en la bandera del pasaporte y en su experiencia en la élite: si Jesé o Sarabia jugaran en Argentina o Brasil ya tendrían un número importante de partidos en Primera a sus espaldas y los vídeos con sus habilidades habrían dado ya la vuelta al mundo.
En esa línea parece ir el fichaje de Varane. Su planta y el hecho de que clubes importantes de Europa estuvieran detrás de él parecen ser un aval suficiente para justificar su contratación. Un ojeador comentó el otro día que el galo tiene un nivel superior al de dos centrales de la primera plantilla. No puedo confirmar esa teoría, lo que sí puedo asegurar es que por el hecho de haber nacido en Francia, Varane parece gozar de una confianza que ya quisieran para sí jugadores como Nacho, Juanfran o Juan Carlos. Como siempre, no parece cuestión de calidad sino de apostar por el producto de casa.
Publicado el 30 de junio de 2011 a las 12:45.
