La posible sanción a Busquets y el victimismo azulgrana
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En esta polarización cada vez más recurrente de los medios de comunicación deportivos en España, uno puede interpretar que Busquets es una hermanita de la caridad o que es el líder de cualquier banda de skin heads dependiendo de si lee la prensa afín al Barcelona o aquella que arrima el ascua a la sardina del Real Madrid.
No me atrevo a pronosticar qué decidirá la UEFA. Estando Platini por medio cualquier cosa es posible, pero si sirve de algo, recuerdo un incidente parecido entre Sinisa Mihajlovic y Patrick Vieira en un Lazio-Arsenal de Champions. La diferencia respecto a aquel asunto es que ambos jugadores reconocieron su culpabilidad y el serbio fue sancionado con dos partidos. Ahora que hay mil cámaras en cada partido, todo aquello que forma parte del 'otro fútbol' ya no queda impune. Pero, ¿hay que entrar a sancionar acciones que llevan sucediendo desde que este deporte se juega en la alta competición?, ¿se imaginan que habría pasado de haber tantas cámaras en la época del Estudiantes de La Plata de Bilardo?
Dejando las interpretaciones de lo que dijo Busquets para aquellos profesionales de la lectura de labios, lo que no me parece de recibo es que se quiera radicalizar la imagen del mediocentro del Barça. Ni es un asesino, ni es inocente, pero ese Barça que va dando lecciones de señorío (seny, dicen ellos) debería cuidar un poco más la imagen que dan sus jugadores. Si Guardiola, el heredero de Ghandi, va cargando contra los tramposos y las malas conductas, debería empezar por reprender a jugadores como Busquets o Alves, dos señores que son tan buenos futbolistas como malos ejemplos para los millones de niños que se fijan en esto del fútbol.
Por todo esto, me parece un poco temerario que salga el señor Freixa diciendo que Busquets asegura que no llamó mono a Marcelo. En un terreno de juego y más en un partido de ese calado, las pulsaciones están a mil por hora, tanto que en ocasiones se dicen cosas que no se piensan o que incluso ni se recuerdan. Me habría gustado saber qué diría la directiva azulgrana si los insultos se hubieran producido en la otra dirección. Más de uno habría pedido cárcel para el jugador de turno y a poder ser la extradicción de Mourinho, porque ya se sabe que todo lo malo sucede porque lo programa el portugués, incluso la muerte de Paquirri.
Publicado el 13 de mayo de 2011 a las 10:45.