El Pichichi de CR7, un título inútil y poco solidario con el colectivo
Archivado en: Real Madrid, Cristiano Ronaldo, pichichi, Mourinho
"Lucho por ser Pichichi, pero sin obsesión". Esas declaraciones de Cristiano Ronaldo parecen ir en favor del reconocimiento de unos compañeros que no se cansaron de buscarle en el área contraria, incluso cuando la situación requería que alguno de ellos acabara la jugada. No sé si habría unas órdenes claras del entrenador al respecto, pero me hubiera gustado comprobar si Mourinho habría seguido con su compatriota el mismo ejemplo que hace dos años con Ibrahimovic.
En un partido de Liga intrascendente, el delantero sueco, obstinado con lograr el título de máximo goleador, se enfadó porque Balotelli no le cedió el balón en una jugada clara de gol. Zlatan pidió el cambio como síntoma de su malestar, pero Mourinho le obligó a permanecer en el campo. Desde ese momento, el jugador penó por el campo y apenas celebró el tercer tanto de su equipo que él mismo marcó. Fue el principio del divorcio entre técnico y jugador.
No sabemos si de haber sucedido algo parecido, Ronaldo y Mourinho habrían acabado del mismo modo, lo que sí pareció evidente es que el portugués andaba obsesionado con el gol, como quedo patente nada más despejar Ustari a córner un chut suyo a pase de Adebayor. A esas alturas, el marcador ya reflejaba un 3-0. Parece que por primera vez está a punto de superar una de sus batallas particulares por Messi, un pulso que puede justificar esa ansiedad casi permanente que sufre Ronaldo de cara al gol. Sigo pensando que su mejor versión se vio en la temporada 06-07, en ella marcó 'sólo' 23 goles entre todas las competiciones, pero a cambio repartió 20 pases de gol, algo que contribuyó a ver un Manchester United mucho más estético que el actual.
No me gusta que haya distinciones individuales en un deporte colectivo como en el fútbol. A este paso, se olvidará que aquel año mágico de Hugo Sánchez había dos señores como Míchel y Martín Vázquez dando al mexicano asistencias de verdadero escándalo. Supongo que es cuestión de markéting y de paso de saciar algún ego como el de Ronaldo. Sus números son de locura y no quiero restarle ningún mérito a un jugador que es capaz de llegar a esa cifra en una época en la que los sistemas defensivos son más severos que antaño.
Pero como casi todo en la vida, este Pichichi debe llevar implícito una reflexión. Si Florentino Pérez pagó 96 millones por CR7 fue para que, efectivamente hiciera muchos goles, pero también para que varios de ellos fueran tan importantes como el de la final de Copa. Con todos mis respetos, de poco sirve hacerle cuatro tantos al Racing y desaparecer en las semifinales de la Champions. En eso, Ronaldo también debería ser más perfeccionista.
Publicado el 11 de mayo de 2011 a las 17:45.