Las críticas al planteamiento de Mou en el Madrid-Barça
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El primer asalto entre los dos grandes del fútbol español acabó en tablas. El partido decepcionó y el empate parece el resultado más justo a tenor de los méritos de ambos equipos. Sin embargo, algunos que no vieran este primer clásico pueden formarse una idea equivocada, ya que desde algunos sectores se está diciendo poco menos que el Barça jugó un partido perfecto y que el Madrid fue un juguete roto.
Una vez más, me veo en la necesidad de salir a defender lo que yo creo que sucedió el sábado sobre el césped del Bernabéu. A Mourinho le han llovido críticas por el planteamiento conservador que utilizó y creo que no se está siendo justo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que ante este carrusel de clásicos era complicado que el portugués mostrase todas sus cartas en el primer envite, que además era el más prescindible.
Se puede criticar la confección de la plantilla madridista y esa carencia de jugadores para el centro del campo con un buen manejo de balón, pero cargar contra el Madrid por ceder la posesión parece equivocado. En mi humilde opinión, el equipo blanco se equivocó en defender tan atrás. Tenía las líneas juntas, pero cuando robaba el balón tenía tantos metros por delante que sorprender al Barcelona se convirtió en casi una utopía. Sin embargo, cuando juegas ante un equipo en el que están Xavi e Iniesta, gozar de más posesión de balón que tu rival es una tarea que roza lo imposible. Por eso, el Madrid buscó otras armas para ganar este pulso.
Una vez más, a Mourinho se le trata con un rasero bien diferente al de su 'colega' Guardiola. Para aquellos con flaca memoria, recuerdo que el Barça se plantó el año pasado en el Bernabéu con un once inicial en el que estaban Puyol, Piqué, Milito, Busquets, Maxwell, Alves y Keita. Valdés, Xavi, Pedro y Messi completaban una alineación que buscaba sacar las miserias blancas a través de una herramienta: ceder la posesión del balón al Madrid, un equipo que sufría (y sufre) ante rivales ordenados. El partido acabó 0-2 y nadie, absolutamente nadie, salió a criticar el planteamiento de Guardiola. El resultado acalló todo, un argumento que no se usa con el Madrid de Mourinho.
Incluso Alfredo Di Stéfano ha salido a echar más leña al fuego. Sinceramente desconozco cuantos partidos ha visto este hombre del Barça en los últimos años, pero creo que se ha dejado en el tintero unos cuantos encuentros en los que los de Guardiola destaparon el tarro de las esencias. El sábado estuvieron bien, pero no se sintieron cómodos e incluso me atrevería a decir que fueron conformistas con el 0-1 cuando el Madrid ya estaba con diez. Al final acabaron pagando su racanería, pero claro lo que se lleva es criticar a Mourinho. Ese es el coste que deberá pagar el portugués por su guerra con la prensa. Parafraseando a Cristiano Ronaldo, ya veremos quién ríe el último.
Publicado el 18 de abril de 2011 a las 15:30.