Mourinho y la comparación con Pellegrini
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"Si me echan no iré al Málaga, sino a un gran club". Esa ha sido una de las grandes perlas de una de las ruedas de prensa más controvertidas de José Mourinho en lo que va de temporada, y eso es mucho decir. En una mezcla de arrogancia y declaración de intenciones, el técnico portugués no sólo ha menospreciado a su antecesor, sino que además ha dejado bien claro que, como siempre, tiene el futuro atado y bien atado; vamos, que no me extrañaría mucho que ya tuviera planeado dónde estará su próximo lugar de trabajo.
Con esto, lo único que ha hecho Mourinho es volver a crearse una tropa de enemigos, incluido el propio Pellegrini, al que no le dejan de llover palos. El chileno pudo hacer cosas mal durante su estancia en el banquillo del Bernabéu pero también es cierto que se le ha acusado de cosas (como el 4-0 de Alcorcón) en las que tal vez tuvieron más culpa los jugadores.
Mientras, la vida sigue igual. Un señor que hasta hoy nadie conocía fuera de Málaga ha dejado su tarjeta de presentación insultando a Mourinho. Pocas horas antes, el de Setúbal ha dejado ver su papel de Doctor Jekyll y Míster Hyde al llamar hipócrita a un periodista y después pedirle perdón hasta en tres ocasiones.
Sigo creyendo que muchos de los incendios que se crean en las ruedas de prensa de Mourinho tienen su causa en un principio básico: el entrenador blanco es un bidón de gasolina con el que algunos periodistas saben que pueden crear una explosión si le acercan un mechero. No pretendo dar lecciones, pero ¿a nadie se le ha ocurrido preguntar por qué los blancos lo pasan mal ante rivales encerrados? Ese tipo de preguntas nadie tenía miedo a hacerlas en la era Pellegrini, pero ahora es más fácil ir a la pregunta picante para sacar un titular. Por favor, hablemos de fútbol. No es tan complicado.
Publicado el 2 de marzo de 2011 a las 18:15.
