Sergio Rodríguez, cinco años después
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Ese es el tiempo que hemos estado esperando los aficionados al baloncesto a que el jugador canario volviera a aparecer. No es que no haya jugado durante todo este tiempo. Bueno, mejor dicho, todo ese intervalo ha sido en el que la mejor versión del base formado en el Estudiantes ha quedado bajo un profundo letargo.
Uno de septiembre de 2006. España se planta en las semifinales del Mundial de Japón con la ilusión de hacer algo grande y con el conocimiento de que en la final espera Grecia y no Estados Unidos como cabría esperar. Era una ocasión inmejorable, pero enfrente estaba una selección que dos años antes había hecho historia colgándose el oro en Atenas. Prigioni, Ginobili, Nocioni... Argentina marcaba el ritmo del partido y parecía que José Manuel Calderón, uno de los pilares del equipo de Pepu Hernández, no tenía su mejor idea.
Pero en esas apareció ese joven base irreverente. Por su cara parecía que estaba casi dormido. Esa sensación se quedó en la silla de cambios. Nada más saltar a la pista, el 'Chacho' conectó un triple que cambió la cara de la selección. El canario dotó de alegría al juego del equipo y España acabó llegando a la final a pesar de la lesión de Gasol y gracias al triple fallado por Nocioni, pero también a la bocanada de aire fresco que supuso la aparición de Sergio.
Era el mejor preludio para su llegada a la NBA. Sin embargo, en Portland acabó pagando caro su cartel de jugador no americano y ciertos vicios como la escasa implicación defensiva. De vez en cuando se hacía un lugar en el top de las mejores jugadas del día gracias a la 'Spanish connection' con Rudy Fernández, pero su relación con el inefable McMillan se iba erosionando día tras día.
Después llegó su dura travesía por equipos condenados a acabar la temporada con un balance desigual de derrotas. New York Knicks, Sacramento Kings...relanzar su carrera pasaba por volver a Europa. El Real Madrid se hizo con sus servicios, pero rápidamente se vio que el jugador se alejaba de lo que Messina requería para el puesto de base. Partidos a ritmo lento, posesiones largas, escasas alegrías en ataque...Sergio fue uno de los grandes damnificados por la dura derrota en la Supercopa ante el Barça.
Sin embargo, a los grandes siempre se les espera y el 'Chacho' volvió a tirar del carro en un partido que tenía el cartel de trámite pero que Gran Canaria había envenenado peligrosamente. El canario fue el mejor de los madridistas. La Copa siempre depara sorpresas y esa, hasta el momento, ha sido la recuperación de un jugador que iba camino de tener un papel residual en el equipo. Inmejorable noticia para el Madrid y para Ettore Messina.
Publicado el 11 de febrero de 2011 a las 10:00.