De punta en blanco. Real Madrid

Superó el Real Madrid el importante test que le planteó el Villarreal pero como siempre, el debate parece centrarse en la polémica y en todo aquello que no esté relacionado con el fútbol. Todos los partidos del equipo blanco parecen un bucle: tensión, victoria, polémica y finalmente, ríos de tinta sobre Mourinho. En relación a esto último, parece que los medios de comunicación se han posicionado en dos polos totalmente opuestos: o con Mourinho (los menos) o contra él (postura favorita en Cataluña y Valencia). Sin caer en el ejercicio burdo que hace 'Marca' todos los días, me parece oportuno romper una lanza en favor de Mou.

Precisamente sobre esto hace una interesante reflexión este lunes Juan Manuel Rodríguez en su blog 'El penúltimo raulista vivo'. En un post titulado 'O con Mourinho o contra él: meapilismo en punto de ebullición', Rodríguez destapa las vergüenzas de algunos que esperan con la escopeta cargada a que el técnico de Setúbal haga algo fuera del guión para criticarle sin antes pararse a pensar que, tal vez, si el sujeto fuese otro la opinión cambiaría radicalmente.

Se critica constantemente a Mou su afán por desviar la atención. Tras el 5-0 del Camp Nou, esa fue la excusa más usada para atacar al luso. Sin embargo, muchos han caído en esa misma trampa para obviar el recital que dio ayer el ex del Inter. Tras una primera parte sublime del Villarreal, Mourinho cambió el dibujo táctico y el partido cambió de signo inmediatamente. Se puede hablar de fueras de juego, de tarjetas y hasta del cambio climático si se quiere para justificar el triunfo blanco; pero negar la influencia de Mourinho en el resultado sería de necios.

Resulta vergonzoso e incluso indignante ver la lectura sesgada que se está haciendo del Real Madrid-Villarreal. Garrido salió a la rueda de prensa dispuesto a evitar polémicas con Mourinho (tal vez recordando que su ayudante, su hermano, hizo algo similar esta semana en Copa ante el Valencia; algo de lo que no se ha hablado en los medios) pero sí a cargar contra el árbitro, obviando las duras entradas de Ángel en la primera parte y una brutal a Di María en el segundo acto; todas ellas sin tarjeta.

Aún queda la mitad del campeonato y la presión es casi asfixiante. A Mourinho y al club les llueven los palos desde casi todos los lados. Los blancos deberían hacer un importante ejercicio psicológico para aguantar lo que se avecina en los próximos meses.

Publicado el 10 de enero de 2011 a las 16:00.