Raúl Albiol y sus perpetuos encuentros con la mala suerte
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Serán muchos los aficionados que piensen que un futbolista que llegue a jugar en el primer equipo del Real Madrid es un hombre afortunado. Fama, reconocimiento, dinero y estar en uno de los clubes más grandes del mundo, ¿qué más se puede pedir? "Una pizca aún más de suerte"; eso es lo que debe pensar Raúl Albiol.
Criado futbolísticamente en Valencia, Albiol quemaba etapas en las categorías inferiores de España a una velocidad de vértigo. Actuando como mediocentro, su planta y sus prestaciones desde la posición de '6' llamó la atención de varios equipos de Primera. El Europeo sub-19 de 2004 acabó por confirmar las expectativas. España fue campeona y Albiol daba el salto a la máxima categoría de la mano del Getafe.
Cuando el joven jugador iba de camino a las oficinas del Coliseum para firmar su nuevo contrato sufrió un accidente que le mantuvo unas semanas en coma. Su futuro como jugador profesional estaba en entredicho. Sin embargo, cuatro meses después regresaba a los terrenos de juego. Fue el comienzo de una gran temporada en la que vivió grandes momentos como el gol que certificaba el triunfo sobre el Real Madrid.
Al verano siguiente regresaba a casa también de la mano de Quique Sánchez Flores, gran valedor suyo. En Mestalla, Albiol se encontró con otro problema: Baraja y Albelda atravesaban su mejor momento; había que buscar otra oportunidad partiendo desde el banquillo. El destino le hizo un guiño jugando como lateral derecho ante las lesiones de Curro Torres. Sus prestaciones fueron tan buenas que acabó formando una gran pareja de centrales con el argentino Ayala.
Desde entonces, sus grandes actuaciones le colocaban en todas las quinielas para ir a la selección, pero el destino quiso que vistiera la 'Roja' por primera vez en un choque definitivo en Aarhus ante Dinamarca. Albiol estuvo a un buen nivel y España ganó 1-3 lo que le valió para estar en la Eurocopa de 2008 y en el Mundial de 2010. Sin embargo, en Sudáfrica, el central madridista vio el torneo desde la grada por culpa de una lesión.
Con el título de campeón del mundo, Albiol afrontaba una temporada en la que debía consolidarse como la pareja de Pepe. Sin embargo, la llegada de Carvalho le ha relegado al ostracismo. Esta noche ante el Ajax tendrá una nueva oportunidad. Ojalá que esta vez la mala suerte no se cebe con él.
Publicado el 23 de noviembre de 2010 a las 18:30.