En la piel de Pellegrini
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Manuel Pellegrini puede estar viviendo sus últimos días como entrenador del Real Madrid. Cada aficionado podría esgrimir un montón de motivos por los que cree que el chileno debería seguir o marcharse del club blanco, pero lo cierto es que, con los números en la mano, su despido sería totalmente injusto.
Pellegrini no ha engañado a nadie. Su táctica del 'embudo' era la que usaba en Villarreal, un equipo que recibió multitud de elogios por su juego en los últimos años. Hay que ser coherente. No puede ser que lo que tanto alababamos en El Madrigal lo critiquemos en el Bernabéu. Ganando el domingo en Málaga, los blancos llegarían a la friolera de 98 puntos, una cifra que tiene un mérito añadido si se tienen en cuenta las numerosas piezas nuevas que había que ensamblar en el once. Sin ir más lejos, del equipo alineado el pasado sábado hay cinco caras nuevas respecto al año anterior. Eso sin contar a Kaká que ha jugado de titular muchos encuentros.
En su historial hay dos manchas: las eliminaciones a manos del Alcorcón y del Lyon. En la primera, hay que relativizar la culpa del entrenador. Ese día Pellegrini alineó a Dudek, Arbeloa, Drenthe, Albiol, Metzelder, Guti, M. Diarra, Granero, Van der Vaart, Raúl y Benzema; diez internacionales que no se tomaron el partido con la consideración que requería. Del día del Lyon se pueden decir muchas cosas pero no hay que olvidar que si los blancos hubieran marcado alguna ocasión más en la primera parte, tal vez, habrían pasado de ronda. Con 1-1 en el marcador, Pellegrini miró al banquillo y no vio nada que le pudiera solucionar el partido. En cambio sí que es responsabilidad suya que el equipo se viniera abajo escandalosamente en el aspecto físico.
Por todo esto, cuando leo tantas noticias sobre la llegada de Mourinho, no puedo evitar pensar en Pellegrini y sentir pena y respeto hacia él. Pena porque no se está valorando su trabajo y respeto por gestionar la situación con tanta caballerosidad. Soy el primero que defiende que Mourinho es el mejor técnico del mundo, pero también pienso que no estamos siendo justos con Pellegrini. Merece una segunda oportunidad. Su trabajo responde por él.
Publicado el 11 de mayo de 2010 a las 11:00.
