Guti y Raúl, la esperanza blanca después de 300 millones de €
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Así de caprichoso es el fútbol. Hace unos meses Florentino Pérez llegó con la idea de cambiar por completo el aire de mediocridad que habitaba en el vestuario madridista. Más de 300 millones de inversión para que algunos de los mejores jugadores del planeta visitiesen de blanco, pero al final, cuando el Madrid afronta uno de sus exámenes ligueros más complicados, Pellegrini debe apostar por la vieja guardia. Guti y Raúl, Raúl y Guti, dos jugadores con fecha de caducidad en este club pero que tendrán gran parte de la responsabilidad en ataque para el partido de Riazor.
Recuerdo dos casos similares en este equipo. En el verano de 1994 Jorge Valdano llegó al Real Madrid con la clara intención de terminar con el reinado del 'Dream team' de Cruyff. Para ello reforzó notablemente el equipo pero lo que más llamaba la atención era que colocó el cartel de transferible a dos futbolistas que acabaron siendo decisivos para la conquista de la Liga: Iván Zamorano y José Emilio Amavisca.
Más recientemente, Fabio Capello defenestró a un jugador que había sido santo y seña del Madrid a principios del siglo XXI. Su nombre, Iván Helguera y a sus espaldas unos datos que hablaban de una regularidad poco habitual en este club y dos Copas de Europa. Se quedó sin dorsal y sin entrar en los planes del italiano que ante una plaga de bajas en defensa decidió apostar por él en una visita a Getafe. El Madrid acabó perdiendo ese partido, pero el cántabro se ganó la confianza de Capello. Unos meses después el Madrid fue campeón de Liga con Cannavaro y Helguera liderando a la defensa.
Volviendo al presente, Guti ya fue titular ante el Málaga y creo que fue la mejor noticia de ese encuentro. Si está centrado no hay un jugador como él en la plantilla y me atrevería a decir que en el fútbol español. Su papel esta temporada me recuerda a la etapa de Vicente Del Bosque donde cada verano llegaba un 'galáctico' llamado a ocupar el puesto del torrejonero en el once, pero al final Guti siempre acababa teniendo un papel importante en el reparto blanco.
Bien distinto es el caso de Raúl cuya suplencia ha dejado de ser noticia. Qué duda cabe que su mejor momento ya ha pasado, pero todavían le quedan balas en la recámara y seguro que espera dejar alguna muesca en las porterías de Riazor. El capitán tiene su última oportunidad para demostrar que los meses que le quedan en este equipo no van a ser una jubliación dorada.
Publicado el 28 de enero de 2010 a las 14:30.