El Milan destapa las vergüenzas de un equipo sin rumbo
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Mal día para los defensores del nuevo proyecto madridista y del equipo blanco en general. Han bastado dos partidos para quitar de un plumazo la ilusión de los aficionados que pensaban que no se podía caer más bajo que el año pasado. Pues sí señores, a veces el fango no nos deja ver donde está realmente el suelo.
Los únicos encuentros que ha tenido con rivales de entidad esta temporada el conjunto de Pellegrini se han saldado con suspenso. Lo de Sevilla puede pasarle a cualquiera, un equipo hipermotivado, con una mezcla ideal de veteranía y juventud que aspira a estar de nuevo entre los grandes. Pero lo de ayer no se lo puede permitir un Real Madrid que quiere levantar su décima Copa de Europa.
Aunque algunos no me crean me molesta tener que reconocer que ciertos defectos que se atisbaban en 
partidos menores han quedado retratados en esos dos envites. Porque lo mejor de todo esto es que el análisis es sencillo, pero la solución parece complicada: no hay juego por las bandas en ataque, pero tampoco en defensa. Me explico. Marcelo no es el modelo a seguir para un niño que empiece a jugar a esto del fútbol, pero si está solo, sus carencias se hacen más evidentes. No hace falta tener el título de entrenador para saber que la única intención de Leonardo colocando a Pato en la banda era atacar la zona más débil de este equipo. En este apartado, hay que mirar a Valdano y a Pardeza, dos tipos que todavía no saben a lo que se dedican y que en vez de pensar este verano en traer un lateral de garantías, se empeñaron en llamar a la puerta de Bayern para negociar por Ribery.
Otro de los fallos es la escasa velocidad en la circulación de balón. Ante un equipo que juega andando no se puede mover el balón tan lentamente y de forma tan previsible porque así podría regresar hasta el mismísimo Baresi y parecería que tiene 20 años. Además, cuando el equipo pierde el balón retrocede mucho para defender y no presiona. Pirlo está casi acabado y ayer parecía la reencarnación del mismo Xavi Hernández. Hablando del Barça, una de las claves de su juego del año pasado era la presión. Cuando perdían el balón no tardaban más de diez segundos en recuperarlo y siempre en el campo contrario. Los defensas se habían olvidado del timbre de voz de Víctor Valdés porque jugaban a veinte metros del arquero. Ahora, han cedido en esa presión y los resultados se están empezando a notar. Ese debería ser el camino a seguir por el Madrid, aunque Pellegrini bastante tiene con aclararse sobre lo que quiere hacer o intenta que hagan los jugadores sobre el campo.
Pero también llega el momento de mirar al apartado individual, de tirar con bala como haría mi querida compañera 'Pura Dinamita'. A Benzema se le está haciendo cuesta arriba jugar en el Bernabéu, tiene más cualidades que Higuaín pero al argentino le sobran c... para dejar a un lado las críticas de su afición y pelear por cada balón. Kaká estuvo muy desacertado y Pellegrini le hizo el juego al Milan situándolo por el centro. Si el brasileño hubiera jugado en la banda habría arrastrado consigo a Ambrosini y a otros futbolistas que sabían a la perfección que era el único capaz de cambiar el decorado. Pese a todo, hay que exigir más a un Kaká que sólo ha jugado bien en plazas menores.
El termómetro del momento de este equipo es que Raúl y Drenthe fueron lo más destacado. Mal vamos, como bien afirma Juan Carlos Rivero en 'As'. En la cara opuesta estuvo Casillas que cometió dos errores de bulto por mucho que su aura de salvador le sirva para que la prensa no le pegue palos hoy.
Para acabar, una última reflexión. Desde la llegada de Florentino siempre se ha hablado de superar al Barcelona. Esta para mí, es la peor lectura. La derrota del Barça el pasado martes puede ser un accidente, incluso pudo ganar si no se choca dos veces con la madera, pero lo del Madrid tiene peor pinta: una exigencia enorme de levantar un título, unos futbolistas que no saben a qué juegan y sobre todo un entrenador que se cree que puede jugar como en Villarreal, cuando al lado tiene a más Drenthes que Cazorlas.
P.D: perdón por la parrafada, pero me he quedado muy a gusto.
Publicado el 22 de octubre de 2009 a las 10:45.
