Once fantasmas madridistas preparan el alirón del Barça
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Raúl e Higuaín tras el segundo gol del Valencia· EFE
Era de esperar. Después de una semana hablando de los fichajes 'galácticos' de Florentino, de las posibles bajas en la plantilla 09-10, de cómo los capitantes 'pasan olímpicamente' de Madrid 2016 y de las imputaciones de Ramón Calderón, el partido del Real Madrid en Mestalla dejó mucho que desear.
Este equipo, exento de calidad, vive de la entrega, de la concentración, de la fe; cuando falta alguno de estos factores se ve a un conjunto vulgar, sin ideas, en definitiva, un Real Madrid paupérrimo. Dijo Valdano una vez que el fútbol es un estado de ánimo, tal vez por ello hasta Casillas se contagió de la apatía de un equipo que naufragó en el centro del campo y concedió un gol que sorprendió hasta al propio Silva. Cannavaro, quizás escarmentado por el partido del Barcelona, reculó en exceso y los delanteros valencianistas podían chutar cómodamente desde una distancia peligrosa como quedó reflejado en el segundo gol valencianista. Pese a todo, el italiano no fue de los peores, al menos en cuanto a actitud. Ya sabemos que la aptitud no le acompaña.
La ausencia de Lass fue clave. Actuó como medio centro Javi García, un jugador sin ritmo de competición, sin vuelo suficiente para aportar algo positivo a este equipo a día de hoy. Gago está lejos de su mejor momento y sólo algún chispazo de Robben daba sensación de peligro. Por cierto, quedó la sensación de que la amarilla que vio Marcelo tenía algo que ver con el ciclo de cinco cartulinas amarillas, vamos que se ha borrado para Villarreal, otro partido que pinta feo, en el que tampoco habrá alicientes y en el que el Madrid, posiblemente, no sacará nada positivo.
Salieron Higuaín y Gago en rueda de prensa a lo largo de la semana hablando de orgullo y de la necesidad de vencer en los partidos que quedaban. Su mensaje no debió de calar mucho en el vestuario. Mientras, el Barcelona prepara la fiesta para celebrar el primer título de su posible triplete. Ya se sabe, las alegrías en Barcelona son directamente proporcionales a los problemas en Madrid. Días duros para ser aficionado merengue, sólo queda esperar que Florentino Pérez o algún otro candidato anuncie un fichaje de campanillas, o que el Bilbao sea campéon de Copa. Con que poco nos conformamos este año.
Publicado el 10 de mayo de 2009 a las 11:00.