El trayecto barcelonés de Cristiano Ronaldo
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Llega una nueva edición del 'Clásico' y lo hace de una manera un tanto diferente a lo que cabría esperar semanas atrás. Corría el minuto 85 del Levante-Real Madrid y parecía que los blancos se despedían de forma prematura, por segundo año consecutivo, del título de Liga. Pocos minutos después el Barça recibía al Valladolid, un rival propicio para aumentar la ventaja a 8 puntos y todos los aficionados blancos temieron lo peor. Pero ahí surgió el verdadero ADN merengue, ese que desde Juanito a Morata ha llevado al conjunto de Chamartín a voltear algunas situaciones adversas.
Han pasado más de dos semanas desde aquel partido en el Ciudad de Valencia, pero hablando en términos de juego el lapso de tiempo se reduce a 95 minutos, margen suficiente para reducir la diferencia del Barça de 8 puntos (hipotéticos) a 3. Esa pequeña reacción evita que los blancos lleguen menos presionados al Camp Nou, aunque en el seno del club son conscientes de que están en juego más que tres puntos. En esta ocasión no se discute la supremacía sobre el eterno rival, sino el potencial del nuevo proyecto deportivo y la idoneidad de Carlo Ancelotti para dirigirlo. Sea cual fuere el resultado, la imagen que muestren los blancos alargará o acortará el crédito del entrenador italiano al frente de la nave blanca.
Claro que todo es mucho más sencillo cuando en tus filas juega Cristiano Ronaldo. Se habla del excelente nivel que están mostrando jugadores como Zlatan Ibrahimovic o Diego Costa, pero no conviene obviar que el '7' blanco suma ya 15 goles en los 12 partidos que ha jugado esta campaña con su club. Esas cifras y el hecho de haber marcado 8 goles en sus últimas 6 visitas al estadio azulgrana hace que, incluso la prensa más próxima al Barcelona, le coloquen como el hombre a vigilar este sábado. Buena muestra es la portada de este viernes de Sport. Cristiano ha pasado de ser calificado por la prensa culé como un jugador que decepcionaba en las grandes citas a ser considerado un ogro, y todo ello gracias a un discurso que ha ganado decibelios en el terreno de juego al mismo tiempo que los perdía ante los micrófonos de los medios de comunicación.
En lo meramente deportivo el partido se presenta propicio para que Ronaldo aumente su cuenta goleadora. A este Madrid, que no acaba de encontrar una línea lógica de juego, le puede venir bien el papel de equipo contragolpeador, una faceta con la que el Milan ya puso en apuros al Barça esta misma semana. Con espacios y Puyol o Mascherano (uno de los dos será la pareja de Piqué) faltos de ritmo, Ronaldo puede gozar de varias oportunidades. Ese escenario tampoco le va mal a Gareth Bale, quien si de verdad está bien desde el punto de vista físico, puede brillar más que ante equipos con líneas más cerradas. Ese espejo, el de Ronaldo, es en el que debe mirarse el jugador galés para seguir el mismo camino que CR7: pasar de discutirse su precio a ser una estrella indiscutible.
Publicado el 25 de octubre de 2013 a las 10:30.