El recuerdo de Juanito sí es molto longo
Archivado en: Real Madrid, José Mourinho, Sergio Ramos, Pepe, Xabi Alonso, Cristiano Ronaldo, Juanito
No hay vuelta atrás. El Real Madrid está obligado el próximo martes a obrar una remontada con tintes históricos si no quiere que la temporada acabe con un sabor más agrio que dulce. Es la parte negativa de haber apostado todo a una sola carta. El año pasado el equipo blanco cayó en la misma ronda ante el Bayern Munich, pero dejando una imagen bien distinta: no cayó goleado en Alemania y en el Bernabéu rozó la remontada gracias a un primer cuarto de hora extraordinario. El disgusto que supuso caer en la tanda de penaltis (lo cuál rebaja el drama de la eliminación) fue subsanado poco después con la consecución de la Liga. En caso de que el Dortmund remate la faena, alzar el título de la Copa del Rey no parece un bálsamo suficiente.
Con todo, lo peor del Real Madrid en Dortmund no fue la derrota encajada, sino la imagen mostrada. Mourinho se mostró incapaz de descifrar el mismo enigma que ya le había planteado Klopp en la fase de grupos. Con Xabi Alonso asfixiado a la hora de iniciar el juego, Özil exiliado en la banda y Cristiano recibiendo en posiciones poco ventajosas, el técnico portugués no supo dar el golpe táctico necesario, como si se hubiera encomendado únicamente al talento individual de sus jugadores. Por cierto, éstos últimos tampoco salieron bien parados. Pepe comentó que pensaban que "iba a ser más fácil" y Ramos denunció "falta de actitud", lo cuál refleja, en primer lugar, que estos jugadores no se cansan de mirarse al ombligo y, en segundo, que el compromiso de muchos de ellos es más que dudoso. ¿De verdad necesita un profesional que un entrenador o un presidente le conciencie de la importancia de una semifinal de Champions?
Tras el 4-1, el capítulo de conclusiones no dejaba muchos puntos positivos para el equipo, así que todos, jugadores y medios de comunicación, comenzaron a invocar el manido 'espíritu de Juanito', una película que ya hemos visto pero que últimamente no ha servido más que para cargar de excitación las vísperas de estos partidos. Las televisiones se inundan de imágenes con los goles de Santillana, la exhibición de Butragueño ante el Anderlecht y, por supuesto, con los saltos de Juanito abandonando el campo antes de ser sustituido ante otro Borussia, el Monchengladbach. La propaganda hablando de la remontada es brutal, pero conviene recordar las principales diferencias que separan a esta versión del Real Madrid con las de las décadas de los 70 y los 80:
- En primer lugar, muchos de aquellos jugadores esstaban formados en la cantera o tenían como máxima meta en su carrera vestir la camiseta blanca. No hacía falta que nadie les dijera que en aquellas eliminatorias estaba algo más en juego que una simple clasificación para la siguiente ronda, estaba en juego el honor de un club que ha forjado su leyenda en Europa a base de épica, compromiso y calidad a partes iguales.
- La agresividad formaba parte de aquel decálogo de las remontadas. Algunos jugadores como Jorge Valdano (sí, el mismo que ahora enarbola la bandera del juego sutil) han hablado de la existencia de una orden para intimidar a la estrella del rival. Ahora, los árbitros no son tan caseros en partidos europeos y, por tanto, no permiten acciones de esta naturaleza.
- El Bernabéu era una caldera todas las noches de partidos europeos. Daba igual si venía el Young Boys o el Inter de Milán, no eran necesarias campañas mediáticas ni llamamientos de los capitanes del equipo. Más de 80.000 almas poblaban las gradas con el objetivo de llevar en volandas a los suyos y de tratar que el rival saltara al campo con la idea de que ya perdía por 1-0. El público que acude ahora al estadio de Concha Espina es mucho más señorial. Además, los jugadores de casi todos los equipos (Borussia Dortmund incluido) ya tienen a sus espaldas varias batallas y no serán fácilmente impresionables por un estadio en el que ya se pasearon pocos meses atrás.
Toda esta mística forma parte del pasado. Está bien que el equipo transmita esa idea de confianza en la remontada, pero tanto Mourinho como sus jugadores deben poner en este partido fe, garra y también un par de puntos de esa calidad diferencial que se les presupone como futbolistas y entrenador de primer nivel que son. Sólo con estos ingredientes y la pizca de suerte necesaria el Madrid puede lograr un billete para Wembley. Mientras tanto, lo único que seguirá siendo molto longo es el recuerdo del gran Juan Gómez González, 'Juanito'.
Publicado el 26 de abril de 2013 a las 09:00.